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Vale por media permanencia

  • El Raca se impone por diez puntos ante un rival directo y le gana también el 'average' particular

La granadina Laura Arrojo mira a canasta mientras se protege de la presión de una contraria.

La granadina Laura Arrojo mira a canasta mientras se protege de la presión de una contraria. / carlos gil

En el deporte de competición hay partidos marcados en el calendario que, simple y llanamente, se tienen que ganar. No importa cómo, ni cuándo. A veces sí por cuanto. La línea que separa el éxito del fracaso es delgada y depende de ellos. Todo lo demás, poco o nada importa. Y el Corral y Vargas tenía el de ayer ante el Olímpico 64 Santa Gema subrayado con rotulador amarillo de punta gorda desde hace muchas semanas. Una derrota habría puesto cuesta arriba la permanencia celeste. En cambio, el triunfo por 72-62 no sólo es importante por cuanto deja a un rival directo a tres victorias, sino que además sirve para arrebatarle al average particular al superar la renta de siete por la que cayeron en la capital de España.

Y eso es mucho, pues significa que el Olímpico tendría que ganar en cuatro de las cinco jornadas que restan para que termina la Liga Femenina 2 si quiere acabar por delante de las nazaríes. Esto en el peor de los escenarios para el Raca. Es decir, en el hipotético caso de no conseguir superar a ningún equipo más en esa media decena de fechas hasta el final del campeonato. Seguro que a Quique Gutiérrez le habría gustado presenciar el triunfo, pero hubo de delegar en uno de los miembros de su staff, Julio Molina, y en la lesionada Raquel Molina, a causa de la pérdida de su madre.

Desde el principio se evidenció que había mucho en juego. Nervios, cautela y ni una sola canasta en los primeros dos minutos de encuentro. Ni Corral y Vargas ni Olímpico conseguían acertar con el aro y en esas la primera que acertó fue Ainara España. Un triple de la propia escolta, y una canasta más de Rebeca Rodríguez, establecían el 9-2 y obligaban al míster visitante a solicitar tiempo muerto. Las de Santiago Díaz reaccionaron para cerrar el primer cuarto a tres puntos (16-13).

El segundo comenzó como terminó el anterior: con igualdad máxima e intercambio de tanteos. El Corral se alejó tímidamente, pero el cuadro madrileño reaccionó de la mano de Domínguez, hasta que consiguió su primera ventaja con algo más del ecuador del periodo todavía por delante (23-24). Al descanso, el marcador reflejaba un 27-26 que lo dejaba todo muy en el aire.

Con un triple de Isa Pastor y una canasta más de Sasha de dos, el Raca se alejaba hasta los seis (32-26). Minutos más tarde, Arrivi anotaba sus primeros puntos tras salir de la lesión (42-33) y las celestes parecían tenerlo todo casi hecho cuando al final del tercer cuarto el electrónico reflejaba un ilusionante 50-40. Pero este equipo no sabe conseguir nada sin sufrir y en los últimos diez minutos estaba escrito que iba a hacerlo y de lo lindo. A base de triples, las madrileñas recortaban las canastas de uno o dos puntos locales; y un cero a cuatro de parcial dejaba en cuatro puntos (64-60) la diferencia con dos minutos aún por delante. Entonces el Raca dio un plus más para levantarse. Selló el triunfo, pero la batalla estaba ahora en el average. A falta de 20 segundos todo podía pasar. Pastor y Rodríguez no fallaron sus seis tiros libres y con el sonido de la bocina llegaron las felicitaciones.

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