El madrileño Fernando Verdasco demostró en Cáceres que no hay dos sin tres, y venció en la final del Máster Nacional, Copa del Rey, a David Ferrer por 6-1, 1-6 y 6-3, tras haberle vencido ya esta temporada en Stuttgart y Roland Garros.

Verdasco, a excepción del segundo set, volvió a demostrar en la final del Máster que dispone de un tremendo arsenal de juego, de una potencia descomunal, y que cuando tiene acierto es un jugador imbatible.

El madrileño cortocircuitó el sistema defensivo de Ferrer a base de raquetazos con su derecha que, cuando no se convertían en punto directo, lo dejaban prácticamente hecho.

El finalista de la Copa Máster bastante hizo con sobreponerse al aluvión de derechazos que se le vino encima en la primera manga, y con una gran poder de concentración fue capaz de devolverle el parcial a su adversario en el segundo set.

En el tercero, después de mantener cada jugador su servicio hasta el 2-2, Verdasco logró dos breaks seguidos (2-5), y aunque el de Javea logró otro con el 3-5, volvió a romperle el servicio y llevarse la final, como no podía ser de otra manera, con una derecha ganadora.

Al término del partido, Ferrer comentó que los dos jugadores habían disputado "un gran partido", que Verdasco era el justo vencedor, y que aunque le había faltado "un poco de chispa", su adversario había jugado mejor "y no hay nada que objetar".

Verdasco señaló que jugó al cien por cien, "porque si a David Ferrer le bajas un poco el pistón, te gana fácil".