Fútbol l Liga BBVA

El Villarreal sigue ahí

  • Dos goles en los quince primeros minutos debieron dar más tranquilidad a una hinchada local que acaba pidiendo la hora

El Villarreal se mantiene invicto y sigue la estela de la cabeza de la tabla tras ganar al Almería, en un partido en el que el equipo andaluz sólo entró en juego tras haber recibido dos goles en quince minutos.

El Villarreal fue el amo y señor del encuentro durante prácticamente toda la primera parte, pero en la reanudación estuvo casi siempre a merced del Almería, equipo que buscó el empate en la media hora final del partido.

Cuando se llevaban quince minutos de partido, el Villarreal ya ganaba por 2-0, gracias un gol de Rossi a los 30 segundo del encuentro, y a otro de Llorente, a los quince minutos. Rossi marcó de un excelente zurdazo, mientras que Llorente lo hizo tras un pase medida del francés Pires. A partir de ese momento, el Almería se adueñó de la pelota y se aproximó con frecuencia, pero sin peligro, mientras que el Villarreal se sentía cómodo, a pesar de no tener el balón, y trataba de buscar a la contra el gol que sentenciara el partido. Pudo haberlo hecho en el último minuto de la primera parte, en un balón rebotado que Diego Alves, en una magnífica actuación, envió a córner.

Poco cambió el partido tras el descanso, aunque en este segundo periodo, las aproximaciones del Almería fueron más frecuentes y más peligrosas. Cuando se había disputado un cuarto de hora de este periodo, una penetración por la izquierda propició el 2-1, obra de Piatti. Con ese gol llegaron los nervios al Villarreal y las acciones de ataque del once forastero comenzaron a ser cada vez más frecuentes, al tiempo que el Villarreal no encontraba el camino para cerrar la cita. Tras los cambios en los dos equipos, el partido se abrió con aproximaciones a ambas porterías, aunque en ese intercambio del golpes fue el Almería el que más opciones tuvo de marcar. El encuentro entró en su tramo final con un Villarreal sin compostura y un Almería que empezó a buscar el gol a las desesperada, pero que no fue capaz de conseguirlo porque la defensa del Villarreal se mostró sólida y sobre todo expeditiva.

Al final, el público de El Madrigal acabó pidiendo la hora y se marchó con la única satisfacción del resultado, tras un partido en el que la dinámica del juego de los de Pellegrini fue de más a menos ante un rival que ofreció una imagen pobre en el inicio y que trató de reaccionar cuando ya empezaba a ser tarde.

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