TORRONS VICENS L'HOSPITALET | COVIRÁN GRANADA

A base de triples y defensa

  • Los de Pin se exhiben en tierras catalanas y suman un nuevo triunfo

  • El acierto desde las línea de 6,75 marca la diferencia en Hospitalet

El Covirán llegó a Hospitalet con un pírrico 23% en triples en los últimos cinco partidos. Ayer terminó con 62% de acierto en esta faceta. Con ese dato basta para explicar el gran triunfo logrado ayer por los rojinegros en tierras catalanas porque en el resto de aspectos como la defensa o el rebote, los granadinos rindieron a su nivel habitual. Una victoria importantísima que le permite mantenerse igualado en lo alto de la clasificación con La Roda.

Arrancó el choque el conjunto de Pablo Pin con un inusitado acierto en los lanzamientos. Con David Iriarte como protagonista y asumiendo responsabilidades en ataque, el Covirán comenzó a gozar de la primeras ventajas tras un triple inicial de Edgar San Epifanio. La intensidad en ambas zonas del ala-pívot mallorquín permitió a su equipo comandar en el marcador, pero fue Manu Rodríguez el que marcó la diferencia.

Los rojinegros muestran además su mejor cara tanto en el rebote como a la hora de defender

Dijo Pablo Pin al terminar el choque ante Plasencia la pasada jornada que si su equipo estuviera acertado en el tiro exterior, ganarían todos los partidos de quince puntos. Y algo similar ocurrió ayer en Hospitalet. Un 4/7 en triples en el primer cuarto provocó que los rojinegros lograran rentas por encima de los diez puntos en los primeros diez minutos de partido. Y ello gracias a Manu Rodríguez, autor de esos cuatro triples. Un parcial de 0-13 en esa fase del choque que rompió el pívot Shota Gelazonia, demostraban la superioridad de los granadinos. Pero la reacción local llegó por parte del center georgiano, que con siete puntos acercó a los catalanes en el electrónico pero que no pudieron impedir que los visitantes anotaran 26 puntos. Una cifra lograda gracias al tiro exterior, la lacra de los últimos cinco partidos que por fin se rompió.

Como suele pasarle al conjunto de Pin, hacer dos cuartos iguales es casi una quimera. El acierto en ataque bajó como era normal, pero aún así el inicio del segundo parcial fue muy bueno con un parcial de 0-6 para otorgar la máxima renta a los granadinos hasta el momento, 14 puntos. Diferencia que llegó a ser de 16 a 5:52 del descanso y que provocó que Jorge Tarragona parara el partido.

El nivel defensivo del Covirán marcaba diferencias y encima se estaba acertado en cancha delantera, por lo que la tranquilidad reinaba en el banquillo de Pin. Cinco puntos seguidos del pívot camerunés Johan Kody, que lideró un parcial de 7-0 con triple de Gallardo incluido, provocó que el técnico granadino pidiera tiempo muerto a 2:18 del receso. La insistencia por dentro con Devin Wright y posteriormente con Iriarte, y el acierto desde la línea de tiros libres terminó con una renta de ocho puntos al descanso (38-46). Pero las sensaciones eran buenas pues aunque se bajó en fluidez ofensiva, la estabilidad atrás y el dominio del rebote hacía albergar esperanzas de sumar un nuevo triunfo.

El paso por los vestuarios le sentó más que bien al Covirán. Arrancaron con una zona en defensa y con Devin Wright percutiendo en pista delantera. Pero fue el canterano Germán Martínez el que dio un golpe en la mesa y marcó la diferencia. El escolta granadino anotó de manera consecutiva tres triples, que unidos a dos más de Eloy Almazán, lanzaron en el electrónico a los de Pin que se fueron a los 23 puntos dejando prácticamente sentenciado el choque. Con una agresiva defensa, cada ataque visitante terminaba en canasta, bien sea con un triple o anotando de dos. Eso hizo que en diez minutos anotarán nada menos que 35 puntos. Siete aciertos desde más allá de 6,75 en este periodo le endosaron a un impotente conjunto catalán que no sabía como frenar el impresionante y poco habitual acierto de los rojinegros en el último tramo de la competición.

Únicamente con el juego interior anotaba el CB Hospitalet, pero con rentas que llegaron a superar los 20 puntos era muy difícil confiar en una remontada y más cuando su rival veía el aro como una piscina.

Con 23 puntos de diferencia arrancó un último cuarto que sobró. Y más tras un parcial de 0-9 con triple incluido de Manu Rodríguez que obligó al técnico local a frenar la sangría. Los locales tardaron más de tres minutos en anotar. Con la victoria en el zurrón, Pin movió el banquillo, dio descanso a los que más jugaron y, como era de esperar tras la relajación, la tímida reacción local permitió maquillar un resultado más que merecido sobre todo porque, a diferencia de otros partidos, el Covirán no perdió la concentración en ningún momento. Y este equipo concentrado y acertado en ataque es imparable.

Se ganó en una cancha complicada, una más, a la espera de recibir el próximo sábado a La Roda con el liderato y el posible average en juego que podría ser decisivo a final de temporada. Una actuación coral muy necesaria antes de una cita que puede resultar clave.

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