Otra vez toca jugar fuera, con todo lo que ello conlleva. Tras romper en la cancha del Bruesa una racha que parecía que iba a ser eterna, en Sevilla, contra el colista Cajasol, se volvió a las andadas con una derrota aderezada con la peor de las imágenes. ¿Cuál será el CB Granada que se verá hoy en Bilbao? El que compitió más que aceptablemente en San Sebastián y ganó, el que ofreció un buen encuentro la pasada semana en el Palacio y perdió, o el de la mayoría de las veces que coge un medio de transporte, que juega mal y pierde. Queda, eso sí, jugar mal y ganar, pero rara vez ocurre. Más aún al CB Granada.

Por tanto, todo depende del ánimo con el que se pise el parqué de La Casilla... y tal como ha ido en las últimas salidas, igual hace falta también la conjunción de algunos planetas. Difícilmente se entiende como pueden convivir dos caras tan diferentes en un mismo cuerpo. No es normal. A ver si el regusto por el buen juego desarrollado ante el conjunto de Dusko Ivanovic y el cabreo monumental que provocó la derrota en el último suspiro se conjugan en una misma dirección y se convierte en una fuerza positiva que haga del CB Granada ese equipo competitivo por el que siempre aboga su entrenador, Trifón Poch, cada vez que ha de viajar.

De momento, ya es una buena noticia que el preparador cordobés pueda contar, supuestamente, con todas sus piezas. A la capital vizcaína se desplazó la plantilla al completo. Sólo preocupa un poco Carlos Cherry, que durante la semana ha padecido una gastroenteritis, pero que, oficialmente, podrá estar a disposición del técnico. También volverá a jugar Jimmie Hunter, al que unos problemas estomacales le obligaron a no poder participar en el encuentro de hace una semana ante el Tau.

En el aspecto deportivo, el choque ante el conjunto entrenado por Txus Vidorreta exigirá que se juegue en bloque, que es como, precisamente, lo hace el rival de hoy. Está demostrado que no vale para nada que Curtis Borchardt sea declarado el mejor jugador de la jornada si el equipo suma una derrota. Ya ha ocurrido un par de ocasiones en la presente temporada y el hecho sólo sirve para que el pívot de Buffalo pague una cena a sus compañeros y para rellenar algún hueco informativo. Evidentemente, la buena actuación del estadounidense es necesaria -casi vital-, pero ha de ir acompañada del acierto de buena del resto.

Si Nico Gianella ofrece el buen nivel de hace una semana, las posibilidades de triunfo ganarán enteros, sobre todo porque enfrente tendrá que verse las caras con Salgado, un jugador que marca el compás en el cuadro vasco. La tercera 'pata' del banco granadino es Vlado Scepanovic, que una vez más deberá poner toda su experiencia al servicio del colectivo. Ahora falta que los demás jugadores acompañen, incluido un, desde hace mucho tiempo, desdibujado Juanmpi Gutiérrez.

En ataque, equilibrio. Si no aparece el tiro exterior difícilmente se podrá sorprender en exceso a los locales, sobre todo porque saben que el CB Granada tiene problemas cuando ataca en estático. Es por ello que, si los de Poch controlan el rebote defensivo, podrán poner velocidad a sus transiciones hacia la pista delantera.

En defensa, concentración máxima. El Iurbentia cuenta con buenos jugadores en todas sus líneas que pueden hacer mucho daño desde cualquier posición. Sin ser misión única, habrá que entorpecer al máximo el trabajo de Marko Banic, que atraviesa un buen momento de juego.

En el conjunto vasco, la principal novedad es la ausencia de Frederic Weis, recientemente despedido por bajo rendimiento, así como la incorporación de Damir Markota.

Por cierto, una bilbainada es protagonizar un hecho fantástico como si no hubiera costado nada. Es la forma típica de 'fanfarronear' de los habitantes de la capital vizcaína.