El Barcelona debutará hoy en la Liga de Campeones ante el Panathinaikos griego con el propósito de cerrar con urgencia la herida abierta con su derrota ante el Hércules, que dejó sin palabras a un equipo que se sentía intocable.

El conjunto azulgrana tiene el orgullo herido y desea recuperar el orden cuanto antes. Para ello, nada mejor que un triunfo convincente ante el Panathinaikos griego y ante su hinchada, que tan perpleja se quedó el sábado.

La prensa catalana todavía busca explicaciones a lo sucedido cuando el modesto Hércules, recién ascendido a Primera, venció por 0-2 en el Camp Nou. Y hasta pudo haber goleada.

El Barcelona no está acostumbrado a tales sorpresas, aunque el fútbol propone oportunidades de redención casi sin descanso. Ahora llega el Panathinaikos y la Liga de Campeones, un torneo en el que el conjunto azulgrana es uno de los indiscutibles favoritos.

El Barcelona deberá recuperar aspectos básicos en su juego, pero olvidados ante el Hércules. Por ejemplo, la claridad en el último pase, el dinamismo en el juego, la presión en todo el campo y la puntería de sus atacantes.

Pep Guardiola, su técnico, devolverá a la titularidad a Xavi y Sergio Busquets, suplentes el sábado, lo que quiere decir que tanto Mascherano como Keita se quedarán en el banquillo. Además, Pedro sustituiría a Bojan en la punta, Puyol recuperaría su puesto en el centro de la zaga y Daniel Alves entraría por Adriano.

El Panathinaikos visitará el Camp Nou por tercera vez en la máxima competición continental. En las dos anteriores se impusieron los locales, con un balance global de ocho goles a favor y sólo uno en contra. Los griegos cuentan con viejos conocidos de la Liga, como Luis García o Sarriegui.