Villarreal-Granada

Con la cabeza bien alta (3-1)

  • El Granada da la cara, pero cae ante un Villarreal que obtiene fruto de su calidad. Cuando el partido estaba más favorable, un tanto de Borja Valero acaba con las esperanzas.

Llegó la primera derrota en la era de Abel Resino. Un 3-1 que no se ajusta a lo que sucedió en el terreno de juego. El equipo rojiblanco no le perdió la cara al partido y cuando había neutralizado la ventaja del Villarreal con otro gol de Íñigo López, éste se lesionó y a partir de ahí vino el segundo y se regaló el tercero en u n error de Julio César. Pese a la derrota las sensaciones fueron positivas, si bien faltó afinar algo más en ataque.

No hubo novedades en la alineación que presentó Abel Resino. La ausencia del argelino Yebda en la zona medular fue cubierta por Fran Rico. Era lo esperado. Con el centrocampista gallego se iba ganar en teoría en disponer de más criterio a la hora de sacar el balón. Se le notó frío al principio y le costó engancharse al ritmo de sus compañeros.

El Granada mantuvo el tipo en la primera parte. Se posicionó bien sobre el terreno de juego y trató de ser otra vez fiel al estilo alegre que trata de imponer Abel Resino desde su llegada. No se escondió y aunque fue consciente de que al Villarreal iba a ser muy peligroso dejarle espacios, intentó en todo instante el intercambio de golpes. Sólo una jugada con el sello de calidad de Cani permitió a los amarillos adelantarse al cuarto de hora, pese a que hasta ese momento no había disparado con peligro hacia la portería de Julio César. La opción más clara en el primer periodo la tuvo en su cabeza Íñigo López, pero su remate encontró el palo izquierdo de la meta de Diego López.

Martins se erigió una vez más en el comandante de las operaciones desde el centro del campo. Su verticalidad y visión de juego permitió crear algunas situaciones ofensivas. Mikel Rico también estuvo en casi todas, muy atento para salir a la ayuda y con capacidad para incorporarse a los remates. El que estuvo más perdido fue Franco Jara, que se perdió en guerras absurdas. Mientras, Ighalo estuvo muy vigilado por los centrales y le costó mucho encontrar el desmarque. Sí hubo más profundidad por la izquierda con las entradas en velocidad desde atrás por parte de Siqueira.

El primer acercamiento con serio peligro vino por parte de Siqueira. El brasileño se internó con rapidez en el área en una jugada que había iniciado Martins. Su centro lo remato Ighalo de cabeza algo forzado. Y el que se logró adelantar fue el cuadro loca. Una acción de calidad de Cani desde la derecha, se metió hacia dentro y pasó hacia Marco Ruben, que la cruzó a la salida de Julio César.

El Granada se encontraba bien y estaba muy metido en el partido, pero esa jugada le rompió los esquemas en ese momento. El Villarreal se estaba armando de paciencia ante un Granada que presionaba mucho con las líneas adelantadas. En todo momento intentó ser el dueño del balón. Casi llega el empate en un saque de esquina que lanzó Martins desde la izquierda, remató de cabeza en el primer palo Íñigo López y el balón dio en el palo. El rechace intentó cazarlo Ighalo, pero estaba en fuera de juego.

Salvó Julio César el segundo gol a la media hora de juego. Un lanzamiento al borde del área de Nilmar obligó al brasileño a volar para evitar el tanto. El equipo amarillo estaba haciendo daño en esas entradas por dentro de sus jugadores de mayor calidad. Lo intentó M ikel Rico con un lanzamiento fuerte tras dejársela Ighalo fuera del área. La zaga rojiblanca defendió en línea y eso provocó que varias veces cayera el rival en fuera de juego. El Granada se estiró por momento y no le perdió la cara al partido.

El Granada salió con la intención de mandar a la búsqueda del empate. No le quedaba otra, aunque eso conllevaba el riesgo. Y el tanto del empate llegó en una acción a balón parado. Como ocurrió en San Mamés, un saque de esquina lanzado desde la derecha por Martins fue rematado de cabeza por Íñigo López, que se elevó por encima de Marchena.

Lo malo es que Íñigo López se lesionó poco después de su gol. Tuvo que salir Diakhaté. A punto estuvo de marcar Mikel Rico. Vio algo adelantado a Diego López y tiró desde el centro del campo. Casi entra el balón. Molina empezó a mover el banquillo. Se fue Nilmar y entró Castellani, y a los pocos minutos se originó el segundo tanto del Villarreal. Un pase filtrado por arriba de Camuñas hacia Borja Valero y éste le pegó hasta el fondo de la red.

Con desventaja, Abel Resino quitó a Fran Rico y dio cabida a Uche, con la intención de aumentar el arsenal ofensivo. Poco después salió Henrique y se fue Siqueira. Máximo riesgo. Dani Benítez se situó como lateral izquierdo. Los contraataques del Villarreal podían resultar muy peligrosos. Pero llegó la desgracia. Una subida de Joan Oriol, centro hacia el área y Julio César metió fatal los puños y se metió el balón en la portería. Un error de colegial. El partido había quedado visto para sentencia. Diakhaté fue expulsado al final.

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