El El Real Madrid perdió en la pista del Panathinaikos, el campeón de Europa, pero dejó un mensaje de las altas aspiraciones que alberga esta temporada de fronteras para afuera en 39 minutos de control sobre el rival.

El campeón ACB demostró maneras de equipo relevante en el exigente concierto de la Euroliga. El Madrid quiere jugar la Final entre Cuatro del Palacio de los Deportes como anfitrión de verdad. La manera de afrontar la visita al campeón continental, un elenco de estrellas, con media selección griega y algunos de los mejores jugadores de ambos lados del Atlántico a las órdenes del técnico más laureado de Europa, Zeljko Obradovic, reveló una voluntad de hierro en el conjunto blanco.

Los madridistas se sobrepusieron al primer cuarto, que finalizó con ventaja local, y fueron por delante en el marcador (tuvo una máxima ventaja fue de ocho puntos: 46-52, a los 23') hasta prácticamente el final. Ahí, los helenos demostraron pusieron de manifiesto que son los campeones.