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El cazón en adobo y la tita Pepa regresan en remojo

  • La lluvia pone a prueba el drenaje y no impide la fiesta entre aficiones hermanadas y guasonas, que se mojaron por igual

Dejémonos de tonterías. El partido de ayer era una verdadera prueba de fuego para... el nuevo césped de Juan Casas. La inversión municipal para poner verde que te quiero verde el pasto de Los Cármenes tenía que pasar la prueba del algodón, soportar con solvencia una tromba de agua como la que se desencadenó en la fría tarde sabatina, sobre todo tras el descanso. Y lo cierto es que el verde respondió con nota. Mucho mejor que el drenaje anterior sí se antoja que es. ¡Sólo faltaría que no, con el pastón que ha costado! Ni un charquito, oiga, aunque fuera pequeño, lo que contribuyó a que el espectáculo, que lo fue y mucho no sólo por los seis goles, no se viera alterado. Es más, la pertinaz lluvia previa y la que cayó durante el partido propició que el campo se alegrara, que estuviera rapidito, y eso siempre viene bien para la galería. Que con la que tuvieron que aguantar los hinchas desde sus butacas, como para que el partido hubiese sido un tostón...

Lo mismo Braojos hubiera preferido no poderse sentar en el banquillo, como en las dos veces anteriores, porque el toledano tuvo que calarse hasta sus partes más íntimas. No se sentó ni un momento, y eso que decidió ir al fútbol trajeado. Su homólogo fue menos elegante, pero más práctico, pues acudió de perfecto amarillo y azul, 'enchandalado'. Mediada la segunda mitad, Braojos tuvo que pedir un chubasquero, porque ya no aguantaba. Se le vio por la zona mixta con una toalla, secándose durante largo rato, antes de acudir a la rueda de prensa. Veremos a ver si no nos coge una pulmonía, como nos decían nuestras abuelas cuando salíamos a pegarle patadas a los charcos.

Javi Gracia esperaba ver a Cervera sobre el campo. El centrocampista alboloteño apuntaba a titular, y así se lo hizo ver el técnico cadista a sus chicos durante la semana, con videos incluidos. Gracia conoce bien al centrocampista rojiblanco, pues lo tuvo en las categorías inferiores del Villarreal, equipo en el que era 'su' estrella. Ambos intercambiaron abrazos antes del partido y prometieron encontrarse de nuevo... aunque eso nunca se sabe.

A la afición del Cádiz no la para ni las previsiones de Julio Marvizón. Llueva o truene, la hinchada cadista viaja pertrechada de mucho amarillo y una poca de guasa. La del Granada CF también es así, ojo, como ha demostrado innumerables veces en los últimos años. Pero, claro, por mucho amor y sentimiento que se profese a un equipo, si los resultados no van... no van. Así que ver un desembarco así esta campaña en los seguidores rojiblancos dependerá en gran parte de que el equipo tire hacia arriba. Marbella, Sevilla, Linares... lo comprobaron la temporada pasada, y en ésta, seguro que se volverá a repetir a poco que el equipo lo haga más o menos igual de bien que ayer.

Entre las muchas pancartas gaditanas que ornaron el sector B de Los Cármenes destacaron algunas, como la que alertaba de que había acudido la 'Curva cazón en adobo'. Vinieron en adobo y se marcharon... en remojo. También acudió 'La tita Pepa', quién sabe si en honor de aquella constitución liberal de 1812. Aunque el letrero que más me sorprendió, quizá por irreal, fue el del 'Calvario amarillo'. ¿Calvario? Pero si son los seguidores que mejor se lo pasan del fútbol mundial... En fin. Eso sí, por momentos, y viendo algunas banderas suecas y austriacas, que las hubo, aquello parecía más bien un partido internacional. ¡Que se repita en Segunda A!

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