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Un debut muy placentero

  • España, con bajas, supera a Angola en el inicio de su preparación para Río

España comenzó su preparación para los Juegos de Río venciendo con comodidad (85-61) a Angola en un partido dominado de principio a fin por los hombres de Sergio Scariolo.

Llegaba la selección con menos rodaje que su rival, sin apenas tiempo para preparar el choque y con las bajas de los hermanos Gasol, Llul y Sergio Rodríguez, pero tardó poco en demostrar su superioridad frente a un conjunto muy físico. Ya desde el primer minuto, España se hizo con el control del choque, aprovechando la movilidad en el juego interior de jugadores como Felipe Reyes y, sobre todo, Mirotic, que se convirtió en una pesadilla para los africanos.

Esa eficacia, sumada a la tensión defensiva impresa durante los primeros compases del partido, permitió a la actual subcampeona olímpica marcharse en el marcador poco a poco hasta alcanzar una ventaja máxima de 11 puntos (20-9) que se redujo a nueve al final del primer cuarto.

Poco o nada cambió el escenario en el segundo acto, en el que Angola volvió a estrellarse una y otra vez contra la defensa impuesta por Scariolo, férrea en el control y eficaz en el rebote.

Ni siquiera los cambios introducidos por Carlos Dinis en el conjunto angoleño consiguieron revertir la situación y España mantuvo en todo momento una ventaja manejable que incluso se vio incrementada en los minutos finales gracias a la aportación de hombres como Pau Ribas.

El 43-26 con el que el partido se marchó al descanso aventuraba un segundo tiempo fácil para la selección nacional, que a partir de entonces se relajó y profundizó en las pruebas planteadas para la preparación de cara a los Juegos. Esa situación y la sensible mejoría de Angola en el rebote y el lanzamiento exterior propiciaron que el conjunto africano recortara diferencias (55-44) mediado el tercer parcial, pero la sensación de control absoluto por parte de España se mantuvo inalterable gracias, en parte, a un canastón sobre la bocina de San Emeterio para cerrar el cuarto (64-49).

Con el partido ya totalmente decidido, los hombres de Scariolo continuaron con las probaturas y los cambios ante una Angola contagiada ya por la relajación y, por momentos, la falta de tensión defensiva, que permitió que España alcanzara su máxima ventaja en los compases finales (85-59) y certificara una cómoda victoria. Quizá, la única nota negativa fue la lesión de Ricky Rubio, que se hizo daño en la rodilla y permaneció en el banquillo durante la segunda parte para no correr riesgos.

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