Es posible que Anquela, cuando baje a la sala de prensa del Camp Nou cuando acabe el partido de esta noche ante el Barcelona, repita lo mismo que dijo dos semanas atrás en la misma instancia, pero la del eterno rival culé, en el Bernabéu. "Lo importante es que nos lo hemos quitado ya", dijo aquella vez. La lógica futbolística dicta que entre Barcelona y Granada media más distancia que la del reparto de derechos televisivos, y que si alguien se juega su dinero a un resultado este será siempre a favor de los hombres ahora entrenados por Tito Vilanova. Pero, y cierto que es un tópico, el fútbol son once contra once, con una pelota en medio, y con un factor de imprevisibilidad que hace de este juego su principal atractivo. ¿Y si el Barcelona tiene un mal día, saltan al campo más plúmbeos que un compositor de música reggaeton, o se alinean los planetas creando un campo magnético infranqueable alrededor de la portería de Toño?

El partido ante los culés no llega en el mejor momento para el Granada y sí para los barceloneses. Mientras estos vienen de remontar en la Copa de Europa ante el Spartak de Moscú, son líderes con ocho puntos de ventaja sobre el Real Madrid, y tienen a su estrella Lionel Messi en estado de gracia, los rojiblancos no han ganado ningún partido todavía, habita en la zona de descenso y, quizás lo más preocupante, la indefinición todavía de un estilo de juego. Se vislumbra pero aún tiene los engranajes sin lubricar.

Quizás la buena noticia para sorprender al Barcelona sea la participación de Yacine Brahimi. El francés revolucionó el partido frente al Deportivo y Anquela le ha dedicado elogios. Parece segura su participación ya que se demostró como el enganche perfecto entre el medio campo y la delantera. Su inclusión invita a pensar que regresará el trivote de la primera jornada pero con un dibujo distinto, con Mikel Rico e Iriney por delante de la defensa y el parisino por delante de ellos.

El Barça también llega con una parte del equipo un tanto 'debilitada'. La lesión de Piqué el miércoles, unida a la de Puyol, obligan a Tito Vilanova a apostar por Mascherano, central para emergencias en los azulgrana, y el joven canterano Marc Bartra. Se todas maneras, sin la pareja Puyol-Piqué el Barcelona ha ganado el 71% de sus partidos. Atrás vuelve Jordi Alba para la izquierda. No estará Iniesta, pero da lo mismo porque Messi sí lo está y, además, se le espera.

Desde Barcelona se apunta a que Tito hará rotaciones ante el Granada, sobre todo para dar descanso tras esfuerzo del miércoles en Champions. Con casi toda probabilidad se quedarán en el banquillo Xavi y Busquets, lo que dará la reválida a Alex Song, Thiago y Fàbregas en una medular inédita en el Barça. Eso sí, arriba tienen la pólvora habitual con la novedad de la presumible titularidad de Villa.

Frente a ese arsenal estará un Granada que tiene varias novedades en la convocatoria, como la de Borja Gómez, que vuelve tras cumplir la sanción por la roja del Bernabéu, y de Roberto, el arquero que se ha recuperado a última hora y será el que viaje a Barcelona en detrimento de Jorge Sánchez, el tercer portero y que ha sido noticia durante la semana por su posible llamada por parte de Anquela... y por su sueldo de 100 euros frente a los millones culés. En la última sesión de entrenamiento efectuada ayer en Maracena Anquela no quiso forzar el equipo. Practicó rondos y llegadas al área, clara evidencia de que el Granada buscará el contragolpe en el templo barcelonista. Lucena, por su parte, entrenó por separado y recupera sensaciones positivas, con lo que podrían acortarse los plazos de su recuperación.

El Granada irá al partido sabedor de que la empresa seguramente acabe en derrota... y hay muchas formas de perder. Pero Anquela ya sabe lo que es salir victorioso de un campo mítico, cuando eliminó al Real Madrid en Copa del Rey con el Alcorcón. ¿Por qué no un 'Granadazo' de Anquela en el Camp Nou para completar la pareja de ases?