Fútbol l Selección

Un duelo con roles cambiados

  • España y Argentina se enfrentan mañana en Buenos Aires con el conjunto de Del Bosque como modelo a seguir para el nuevo proyecto albiceleste · Batista confía en Messi para volver a ilusionar

Un puñado de años atrás, Argentina habría salido como favorita ante España, más aún jugando en el estadio Monumental de Buenos Aires. Pero hoy los roles se invirtieron hasta el punto de que la albiceleste, que no gana un Mundial desde hace 24 años, tiene ahora como espejo al equipo de Vicente del Bosque.

"Uno no se puede morir sin intentar jugar como España", admitió el medio centro Esteban Cambiasso, multicampeón con el Inter de Italia, quien contó que la idea de su seleccionador, Sergio Batista, es precisamente que el equipo "tenga esa identidad, que juegue mucho con la pelota y la haga circular, que salga jugando, que tenga la posesión el mayor tiempo posible".

Los elogios argentinos al juego del flamante campeón del mundo llegaron, también, desde el propio entrenador.

"Pagaría una entrada para ir al Monumental el martes. Me gusta el fútbol, me gusta cómo juega España. Es el campeón del mundo y juegan juntos desde hace rato. Nosotros no tenemos la misma preparación pero contamos con buena técnica, por lo que el partido puede ser muy bueno", dijo Batista, que tendrá su segunda oportunidad al frente del equipo, tras la victoria ante Irlanda en Dublín.

El ex jugador, campeón en México 1986 y subcampeón en Italia 1990, señaló que le gusta enfrentarse a "un rival que juega bien" porque "ocupan muy bien los espacios y tratan bien la pelota".

"España siente respeto por la pelota pero lo que más destaco de su fútbol es el proyecto que ha desarrollado, porque una Eurocopa y un Mundial no se obtienen de un día para el otro", dijo Batista, quien manifestó su deseo de continuar como entrenador, después de reemplazar a Diego Maradona, quien dejó su cargo tras la eliminación argentina en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica.

Precisamente, lejana parece la reflexión del ex técnico de la selección durante la última Copa del Mundo: "No vi el equipo favorito que me presentaron. Si las porterías estuvieran de costado y no de un lado y del otro, España hubiera ganado 10 a 1 (risas). La tienen, la tienen, la tienen, ¿pero cuándo va a atacar? Demostramos que cuando dije que no merecimos perder contra España, era verdad, y casi se cagaron de risa en Buenos Aires".

España había perdido 1-0 ante Suiza en el debut de Sudáfrica y Maradona aún intentaba argumentar sobre la dura derrota -por momentos con abrumadora superioridad del rival- que había sufrido la albiceleste ante el equipo de Del Bosque en Madrid, en noviembre de 2009, cuando el cuadro local se impuso por 2-1.

Esa caída ya no era novedad para Argentina, que en octubre de 2006 había sido derrotado por España en Murcia. De hecho, los últimos dos partidos entre ambos fueron los que emparejaron el historial en cinco triunfos para cada uno y dos empates en los 12 enfrentamientos entre ambas selecciones, desde aquel primero el 7 de diciembre de 1952 en Madrid. Todos fueron partidos amistosos, a excepción del triunfo albiceleste del 13 de julio de 1966 en Birmingham por 2-1.

Pero Argentina no se resigna. "Nadie quiere perderse este partido", es la frase que se escucha en estos días en cafés y oficinas de Buenos Aires. Futboleros como nadie, los argentinos, que el martes llenarán el estadio Monumental, confían en que Lionel Messi se convierta por fin en el líder que es en el Barcelona y encamine a la selección hacia un triunfo en el que para la albiceleste está en juego el orgullo y el deseo de volver a ser.

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