El efecto Abel sigue al alza. El Granada CF se ha transformado desde que está en el banquillo. La ambición es su bandera y atrás ha dejado las reservas y va lanzado desde la aparición del técnico toledano. Se mostró inconformista y decidido a plantar cara a un Málaga que venía dispuesto a ganar para seguir mirando a Europa. El partido fue intenso y lleno de emoción. Nunca le perdió la cara. Ighalo logró adelantar a los rojiblancos, respondió después el Málaga por medio de Rondón, pero el Granada no se escondió y a base de bravura logró ponerse otra vez por delante y aguantó hasta el final. Una victoria de prestigio.

El Granada fue fiel al estilo que adoptó frente al Betis y desde el principio ejerció la presión desde más arriba. Intentó hacerse dueño del balón, con el propósito de tutear a un rival superior sobre el papel. Huyó del pelotazo y se afanó por sacar el balón casi siempre jugado desde atrás. Un estilo atrevido, opuesto al que se utilizaba  con Fabri. Juego por abajo, toques rápidos para intentar abrir espacios en la defensa rival. Martins fue el que se echó el equipo a la espalda. El luso canalizó la mayoría de las acciones de peligro durante la primera mitad. Hubo mucha intensidad y dos equipos con la clara intención de ir a por el partido.

No hubo sorpresa en la formación inicial. Abel Resino apostó por el mismo equipo que le dio éxito en el Benito Villamarín. Yebda y Mikel Rico continuaron en el centro del campo y no hubo opciones para Fran Rico. Tampoco entró Uche y fue Ighalo el que continuó como referente en ataque.

El Málaga pudo adelantarse pronto. Una acción de calidad de Cazorla desde la derecha sirvió para que el balón llegara hasta Maresca, pero no acertó a pegarle bien y se fue por encima del larguero. Los rojiblancos no se arrugaron por ese susto y pronto empezaron a combinar. Dejaron claro que iban a apostar por tratar de tener más el balón. Pero el equipo de Pellegrini respondió otra vez por medio de Rondón. Julio César se vio obligado a estirarse para evitar que su lanzamiento cruzado se colara en la portería.

El gol para el equipo de Abel Resino estuvo a punto de llegar. Un centro medido de Franco Jara que vio la incorporación de Mikel Rico. Dio un fuerte cabezazo y Caballero se revolvió para evitar el tanto que ya se cantaba. Fueron muy intensos los minutos iniciales. El Málaga volvió a pisar el área. Buonanotte se fue al suelo ante Nyom, aunque el francés ni siquiera le tocó. Ighalo se mostró muy activo y le ocasionó problemas a los centrales con su movilidad.

El paradón de la noche llegó de la mano de Julio César. Un saque de córner desde la izquierda y Demichelis entró con todo de cabeza. El brasileño respondió con una felina estirada para evitar un tanto que ya se veía. Respondió Martins tras hacer la pared con Ighalo. El portugués lanzó en carrera y desvío Caballero.

Martins se erigió en el comandante de los ataques. Muy vertical en sus acciones, con visión de juego y combinando bien con sus compañeros, en especial con  Ighalo. En la fase final de la primera parte bajó un poco la intensidad y ambos equipos tuvieron menor número de acercamientos.

El luso protagonizó la primera acción ofensiva de la segunda mitad. Le pegó con fuerza desde fuera del área y de nuevo respondió Caballero. El Málaga casi se adelanta. Un error en la entrega de Mikel Rico y el balón llegó hasta Rondón. Lanzó ante Julio César, pero la echó fuera por fortuna.

Y el que logró adelantarse fue el Granada. Otra acción comandada por Martins, abrió hacia la derecha para Mikel Rico, su centro medido al segundo palo lo remachó de cabeza Ighalo.

Pellegrini no tardó en mover el banquillo. Retiró a Buonanotte y dio entrada a Duda. El Málaga se estiró y Rondón casi empata tras una indecisión de la defensa. El venezolano se entretuvo y no marcó, pero no perdonó en la siguiente jugada. Seba Fernández vio la incorporación de Monreal y su centro por abajo lo remató desde cerca Rondón.

Debutó el brasileño Henrique. Fue el primer recambio que decidió Abel Resino. Sustituyó a Dani Benítez. Se ubicó en la banda izquierda. El Málaga supo recomponerse, pero el que logró ponerse otra vez por delante fue el Granada. Marcó Íñigo López tras una acción en la que Borja Gómez le pegó al balón de chilena, hubo un disparo de Siqueira, repelió Caballero y el central riojano anotó el segundo.

Fue expulsado después Demichelis por una dura entrada a Henrique. Abel continuó moviendo el banquilo y entraron Uche y Fran Rico. El Málaga estaba en inferioridad, trató de no rendirse, pero la victoria ya no se escapó.