El ISE CB Almería asaltó el Pabellón Municipal Paquillo Fernández en la fiesta de la permanencia del Corral y Vargas. Se impuso 56-67 pero los abrazos y las felicitaciones se sucedieron a partes iguales. Las locales por estar ya matemáticamente salvadas antes del comienzo del encuentro y las visitantes por sellarlo casi matemáticamente tras sonar la bocina. No en vano una derrota hoy del Olímpico de Santa Gema otorgará a las rojiblancas la prerrogativa de estar un año más en Liga Femenina 2. De no suceder así, sólo una catástrofe podría evitar esa posibilidad. Y todo después de un encuentro en el que se evidenciaron las urgencias en una y otra escuadra. El Raca comenzó fuerte pero perdió fuelle tras el descanso. El último cuarto acabó siendo lapidario para las de Quique Gutiérrez, fusiladas a triples (ocho visitantes por sólo tres locales en los diez minutos finales).

Hasta ocho puntos de ventaja desperdició el Corral en un primer cuarto que parecía prometedor tras el triple de las rojiblancas en el ataque que abría el partido. A partir de ahí las de Gutiérrez se levantaron para endosarle a las visitantes un 8-0 de parcial que obligó poco después a Fernando Mendiguchia a solicitar tiempo muerto. Pasado el ecuador del periodo, y con las muñecas ya calientes, se intensificó el ritmo anotador de uno y otro equipo. Las celestes mantuvieron, no obstante, la diferencia hasta establecer una máxima de hasta ocho unidades a tres minutos del final (17-9). Ahí aparecieron los centímetros de Omerbasic y González y una impecable dirección de equipo de Janette Jackson. Como de la nada, el ISE Almería fue recortando distancia hasta conseguir igualar a 17 de cara al segundo cuarto.

La batuta de Jackson y los centímetros de Omerbasic y González resultaron decisivos

Quique Gutiérrez puso entonces en liza a Pili Arrivi, que imprimió velocidad y ritmo a un Raca que necesitaba un pequeño empujón para reflotar la situación. La base se salió. Sobre todo a partir de la segunda mitad. Otra vez Omerbasic y Jackson mantuvieron el tirón local para no perder fuelle ante los latigazos de Ainara contra el tablero. Fue precisamente un triple de la norteamericana lo que volvió a poner en ventaja a las visitantes por primera vez desde los primeros treinta segundos de envite (23-24). Intentó reaccionar el Raca pero la ambición tenía claro color rojiblanco. Y así se llegó al descanso con un escueto pero suficiente 31-32 a favor de las almerienses.

De ahí hasta el final iba a llegar el derrumbe definitivo de un Ramón y Cajal al que se le notaba la frescura y tranquilidad de no sentir el aliento en el cogote, aunque quizás relajado en exceso. Las de Mendiguchia siguieron con su festival anotador. Jackson percutió más que nunca y González no sólo mantuvo el perfil, sino que lo hizo disputando todos y cada uno de los 40 minutos de partido. Tacita a tacita Omerbasic afinó la puntería hasta convertirse en la máxima anotadora del partido y establecer una primera máxima ventaja de ocho puntos (37-45) que acabaría siendo una losa para el cuadro local.

Amortiguó como pudo la caída el Raca, pero apenas consiguió reducir la diferencia hasta los cuatro puntos (45-49). Ya en el último cuarto Arrivi no encontró el camino a la anotación pese a seguir llevando la batuta local y el CB Almería aprovechó el bajón para sentenciar el partido y la salvación. Encajando 15 puntos desde el perímetro en sólo diez minutos iba a ser muy difícil. Máxime sin una necesidad de respuesta inmediata. El tiempo fue corriendo hasta que la bocina sonó y el marcador reflejó un 56-67 final que dejó contentas a todas. Habrá derbi en Liga Femenina 2 la temporada que viene. El Corral y Vargas certificó su salvación ante el líder. Un encuentro que fue adelantado pero corresponde a la próxima jornada. Por lo tanto, las de Gutiérrez se despiden hasta después de Semana Santa.