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La firme idea de repetir de Nadal

  • "No creo que me haya equivocado este año, he sido el número uno, he ganado dos Grand Slam y he sido feliz; al final, para eso juego a día de hoy, para ser feliz", argumenta el balear

Roger Federer celebra un punto en el duelo ante Zverev.

Roger Federer celebra un punto en el duelo ante Zverev. / will oliver / efe

La inolvidable temporada de Rafael Nadal tuvo el final más temido en Londres, pero el español despide 2017 sin arrepentimientos y con una certeza de cara al próximo año: no habrá grandes cambios en su preparación y calendario más allá de la prevista partida de su tío y entrenador Toni. El número uno del mundo, quien se retiró del Masters el lunes tras no poder superar sus dolores en la rodilla derecha y arrastrarse en su encuentro ante el belga David Goffin, afronta 2018 con el desafío de conseguir lo que no pudo nunca en su carrera. Esto es: mantenerse por dos años consecutivos en lo más alto del ranking. Cada vez que alcanzó la cima (2008, 2010 y 2013) en ocasiones anteriores, al año siguiente no pudo sostenerlo. Culpa, por lo general, de las lesiones, su eterno talón de Aquiles.

No será un desafío sencillo para Nadal, quien a sus 31 años se convirtió en el jugador más veterano en terminar la temporada como líder del ranking. En 2018 deberá resistir el regreso con fuerza de jugadores como Djokovic o Murray, y afrontar la extraña experiencia de dar la vuelta al mundo sin Toni Nadal, el hombre que lo vio crecer junto a una raqueta.

Carlos Moyá y Francis Roig, miembros desde hace tiempo del cuerpo técnico junto a Toni, garantizan una transición natural en un 2018 en el que lo fundamental para Nadal será que su cuerpo le responda. El español pudo jugar libre de lesiones en casi todo 2017 y los resultados estuvieron a la vista. Disputó los nueve Masters 1000 -ganó Montecarlo y Madrid- y los cuatro Grand Slam -venció en Roland Garros y el US Open-, algo nada habitual en su carrera.

Sólo la sobrecarga en el tendón de la rodilla derecha, producto de la acumulación de partidos, frenó su marcha en la gira final del año, impidiéndole jugar en Basilea y forzándole a retirarse en París y el Masters. Al español lo esperan ahora unas semanas de desconexión en Mallorca -"ahora sí podré poner el modo off un poquito", dijo el lunes- y una recuperación de la rodilla "sin ninguna prisa". Su temporada 2018 comenzará en principio en Brisbane, en la primera semana del año, aunque todo dependerá de la rodilla. "Intentaré llegar bien preparado al Open de Australia, que es el gran objetivo", afirmó.

Lo que el español tiene claro es que, una vez recuperado, no realizará cambios bruscos en su calendario y planificación. "No me arrepiento de ninguna decisión que he tomado a lo largo de todo el año, y no lo digo por orgullo personal. Cuando me equivoco siempre lo digo", afirmó.

Nadal disputó 78 encuentros en 2017, pero con los resultados que obtuvo difícilmente podría haber jugado menos. "Sólo he jugado cuatro encuentros por fuera de los obligatorios: Brisbane, Acapulco, Barcelona, Pekín. No he jugado más".

"Sinceramente, si me preguntas qué hubiera cambiado este año, no hubiera cambiado mucho, la verdad. He tomado los descansos que debía tomar", aseguró. "Han sido 78 partidos porque en todos los torneos he jugado a nivel competitivo", respondió algo cansado de las preguntas sobre su calendario y las comparaciones con las dosificaciones de Roger Federer.

"Podría saltarme la gira de hierba como hizo Federer en la tierra. Pero tengo 31 años, no tengo 36. Mi carrera es la mía y la suya es la suya. No creo que me haya equivocado. He sido el numero uno, he ganado dos Grand Slam y he sido feliz. Al final, para ello juego al día de hoy: para ser feliz".

Ya sin los problemas de ansiedad o de confianza de otras épocas y con su tenis nuevamente a tope, sólo las lesiones amenazan con frenar a Nadal. "Si todo va como tiene que ir, creo que voy a estar preparado para regresar otra vez fuerte el año que viene. Llevo tiempo jugando bien al tenis. Sé que será un año exigente, pero tengo la confianza de poder estar preparado", analizó antes de despedirse de los medios con cortesía, pese a la amargura del momento. "Feliz Navidad para todos".

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