La Superliga de Empresas, torneo futbolístico que organiza el CD Granada 74, fue presentada ayer por sus impulsores, entre los que se encuentra Carlos Marsá, propietario del club.

La competición constará de dos categorías (fútbol 7 y fútbol 5), y dentro de estas dos existirán otras dos modalidades. Una será Champions, en la que se agruparán aquellas empresas que patrocinen un equipo con jugadores que no trabajen en dicha compañía. La otra será League, donde los jugadores sí tendrán que ser obligatoriamente empleados de la empresa que participe. Dentro de esta, además, podrán existir uniones temporales de empresas (UTE) para así poder formar un equipo con suficientes jugadores. El número de firmas dentro de una UTE está limitado a cuatro.

La Superliga comenzará en la primera quincena de octubre. Contará con una participación aproximada de 100 equipos, que se agruparán en grupos de diez. Los conjuntos disputarán partidos de forma regular hasta principios de abril. Será en este mes cuando comiencen los cruces que determinen los ganadores en cada categoría.

Los partidos se disputarán en pabellones cubiertos y campos de césped artificial de distintos municipios granadinos, al no estar disponible la Ciudad Deportiva del Granada 74 por problemas técnicos. Los horarios serán flexibles según los equipos que se enfrenten, pero la mayoría comenzarán a última hora de la tarde, que es cuando la gente ya ha finalizado su jornada laboral.

Esta nueva competición se enmarca en una penosa coyuntura económica, con las empresas atravesando serios problemas para salir adelante. Durante su intervención, Marsá aseguro que en Granada "tenemos mucho hábito de hablar sobre los que les ha ido mal, pero en la ciudad hay muchas empresas que funcionan muy bien y que han sabido gestionarse a pesar de los problemas",

Para el dirigente, esta competición es "una forma de olvidar por un momento que todos lo estamos pasando mal por la crisis", a la vez que supone "una excusa para que la gente vea las cosas con más optimismo". El organizador apuntó que en las empresas "la gente no se conoce, dos que trabajan en una misma mesa no saben nada de la vida del otro". Por ello, Marsá aseguró que "la Superliga es un vehículo para conocer a los compañeros con los que se trabaja, y así tener más complicidad con los que defienden tus mismos intereses".

En otro orden de cosas, Marsá reveló que el proyecto del Granada 74 va a sufrir un cambio de rumbo, ya que "la situación nos obliga, y eventos como la Superliga de empresas serán una de las piezas claves, así como todo el deporte de ocio". Sobre la exclusión del primer equipo del club de la competición oficial, Marsá aseguró que "ha sido un golpe muy duro, tanto emocional como profesionalmente", pero que "era necesario por los problemas que padecemos, y ya estuvimos a punto de tomar esta medida la temporada pasada".

También se refirió a la situación del fútbol base, en el que, según Marsá, "está por delante el negocio que la enseñanza de los niños. Ahora los chicos vienen con su representante pidiendo más dinero y amenazando con irse si no se les da".

Sobre el regreso del Granada CF a la Liga Adelante, Marsá no quiso entrar en polémica. Reveló que no está "pendiente de la andadura del equipo" por Segunda, y apuntó que "no merece comentario" el club de Recogidas, 35.