Dicen los entendidos que la mejor defensa es un buen ataque. Esta máxima, quizás, es aplicable a los grandes de la Liga, pero a los terrenales que pelean por salvarse no les vale tanto. Si atrás no amarran los partidos, ganarlos se convierte en misión imposible. Precisamente, esta es la lacra del Granada CF esta temporada. El conjunto rojiblanco ha encajado 17 goles, que equivale a una media de 1,7 por encuentro. Es decir, que se está viendo obligado a tener que anotar dos tantos en cada jornada para aspirar a ganarlo. De hecho, los dos que ha ganado hasta el momento, contra Celta y Mallorca, los sacó adelante con los resultados de 2-1 y 1-2.

A pesar de sus tristes guarismos, el equipo de Anquela no es el que más goles ha recibido, sino que el Deportivo y el Athletic con 20, y el Rayo Vallecano con 23 son los que más veces han sacado el balón de la portería.

Y a la décima jornada, Anquela hizo cambios en la alineación. El técnico jienense motivado por el partido de Copa del Rey y angustiado por los malos resultados, le dio la vuelta al equipo. Dani Benítez entró por Orellana, y Mainz y Diakhaté sustituyeron a la pareja Borja-Íñigo, que ha tenido bastantes problemas en lo que va de temporada. Las sensaciones defensivas fueron mejores, y, aunque los dos goles del Athletic llegaron en jugadas aisladas, lo cierto es que en los veinte primeros minutos el Granada encajó dos goles. Así que otra vez obligado a llamar a las puertas de la épica, pero el domingo, como casi siempre, no fue fiesta.

Lo más desazonador es que otra semana más el equipo rojiblanco sigue sin ser capaz de dejar su portería a cero. Es el único equipo de la Liga que ha recibido goles en todos los partidos. Tanto Toño en Liga como Roberto en Copa del Re, acompañado de Mainz y Diakhaté, se han visto superados en todos los partidos del curso.

Una sensación que no atañe sólo a los partidos oficiales, sino que ya en pretemporada fue una constante que el Granada recibiera goles. Más allá de fallos puntuales de jugadores o del portero, el problema de los de Anquela radica en la facilidad con la que crean ocasiones los rivales. El conjunto rojiblanco no encuentra el tapón para frenar la sangría, y, sin ir más lejos, el pasado domingo Toño tuvo que intervenir diez veces.

El leitmotiv de Anquela en las ruedas de prensa posteriores a los partidos ha sido manifestar no ya lo difícil que es ganar en Primera División, sino hacer goles. El técnico jienense ha repetido en muchas ocasiones lo complicado que es levantar un encuentro cuando te pones por debajo. Y es que los datos son aplastantes, ya que en uno de los mejores días del Granada esta temporada, encajó dos goles. Lo cual, convirtió el partido frente al Bilbao en una odisea.

Si atrás las cosas no funcionan, arriba el conjunto rojiblanco no maquilla las estadísticas. El Granada ha metido nueve goles, por lo que está empatado con el Zaragoza, y sólo superan al Osasuna que lleva ocho. Es decir, con una media de 0,9 tantos por choque, se antoja complicado que el Granada vire su rumbo.

La plantilla rojiblanca comenzó ayer a trabajar para preparar el partido ante el Betis del viernes. El equipo de Anquela busca cortar la mala racha de resultados y, para ello, no descansará ni un día en toda la semana. Incluso, el mismo día del encuentro y el sábado habrá sesiones de entrenamiento. El Granada sigue arrastrando las bajas de Fran Rico, Yebda y Jaime Romero, mientras que Íñigo López, con molestias, estará de vuelta en la convocatoria.

El Betis será la primera piedra de toque de un mes en el que el Granada ya conoce los horarios de sus compromisos. El sábado 18 se medirá al Atlético de Madrid en Los Cármenes a las 19:45 horas. Una semana más tarde viajará al campo José Zorrilla para enfrentarse al Valladolid el sábado 24 a las 18:00. Cinco días más tarde, el jueves 29, su rival será el Zaragoza en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey a las 19:30. Y el siguiente compromiso es en casa ante el Espanyol el domingo 2 de diciembre a las 12:00 de la mañana.