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El gusano, la (no) gomina y el puro

  • La alegría se desbordó al término del encuentro y en el vestuario, donde todos pasaron por la ducha

Un total de 2.179 días han tenido que transcurrir para que la tristeza que vivieron en el Pabellón de Benahavís algunos de los que ayer estuvieron presentes en Pamplona se transformara en lágrimas de alegría. Hace casi seis años, miembros del actual Covirán como Fernando Bailón o Javier Molina vivieron como aficionados en la grada de la instalación de la localidad malagueña el descenso a la LEB Plata del extinto CB Granada. Ayer ambos, junto a Carlos Díaz y el presidente Óscar Fernández-Arenas, los únicos directivos de la entidad que ha logrado devolver a la ciudad a una categoría que como mínimo le corresponde, se fundieron en un emotivo abrazo tras lograr el ansiado objetivo. Un trabajo serio de seis años que les pasó por la cabeza cuando sonó la bocina final del Pabellón de la UPNA y vieron el 74-78 en el electrónico. La inmensa alegría se les veía en las caras al término del choque, olvidando las formas y dejándose llevar, lágrimas incluidas.

En aquel partido, además, hubo dos personas que lo vivieron también en primera persona: un imberbe Manu Rodríguez, que ayer se quitó aquella espina clavada cuando, como canterano, formaba parte del equipo, y Maodo Nguirane. El senegalés formaba parte del filial de Unicaja que derrotó a los de Miguel Ángel Zapata anotando siete puntos y capturando otros tantos rebotes con apenas 18 años. Quien le iba a decir que seis años después iba a devolver a Granada a la LEB Oro. Sin duda, su carácter extrovertido le ha hecho convertirse en uno de los integrantes de la plantilla más queridos y él asumió su papel en la fiesta posterior al choque. Se marcó en la pista un baile y ejerció de torero con la bandera de Granada que centró la atención de todos los allí presentes, pero fue en el vestuario donde dio rienda suelta a su alegría. Portando una camiseta conmemorativa del logro conseguido de una talla que no era la suya, el africano apenas podía respirar. Pero eso no fue óbice para que, puro en mano, liderara la celebración.

Nguirane fue uno de los protagonistas llegando a torear con la bandera de GranadaLas lágrimas brotaron de los ojos de todos los integrantes de la expedición granadina

Otro de los protagonistas de la fiesta post partido fue Eloy Almazán. El capitán junto a Carlos de Cobos, cedió a las 'presiones' de sus compañeros haciendo el 'gusano' en pleno parqué. A los jóvenes como Carlos Corts y Germán Martínez (que fue rapado) se les veía de un lado para otro en el santuario nazarí buscando a miembros del club para ser bañados en la ducha. Por ella pasaron todos, incluido el presidente, cuyo pelo engominado fue mojado y despeinado por una vez, escuchándose el comentario en el fondo del vestuario de…"¡tiene pelo! El jefe de prensa, Jorge Ruiz, la speaker oficial, Noelia Gómez…todo el que pasaba la puerta era candidato para ser bañado. Y es que no era menos.

Fiesta al margen, el conjunto nazarí estuvo acompañado Eduardo Castillo, concejal de deportes del Ayuntamiento de Granada así como por el diputado de Ciudadanos Luis Salvador. También estuvieron presentes en el Pabellón de la UPNA Iván Martínez, hasta la pasada temporada jugador del Covirán y hoy en las filas de Baskonia de Liga Endesa así como el ex técnico del CB Granada Curro Segura, entrenador asistente en el conjunto vasco.

Pero también se pudo en las gradas de la instalación navarra a aficionados que nunca fallan, esos que siempre han apoyado al equipo de sus amores, se llamase como se llamase, y que no quisieron perderse una cita histórica. Representantes del Frente Nazarí y de la Esquina Rojinegra representaban el sentir de una afición que, a 800 kilómetros de distancia, vivió vía internet un partido que fue dominado en todo momento por los de Pin. De hecho, con la primera canasta de Devin Wright se escuchó el "arbitro pita ya" como si de un partido de fútbol se tratara, lo que reflejaba el nerviosismo de los más fieles.

Aquella primera derrota en la historia del club un 3 de noviembre de 2012 en Almería ante el Gardenhotels en el primer partido oficial del Fundación CB Granada en Primera Nacional supuso el primer paso de un club que la próxima temporada jugará en LEB Oro. El Oro estaba en Navarra.

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