COVIRÁN GRANADA

Y se hizo de noche en Murcia

  • Los de Pin pierden el liderato en un encuentro en el que no dieron la talla

Bortolussi, como todo el equipo, se estrelló contra los jugadores murcianos.

Bortolussi, como todo el equipo, se estrelló contra los jugadores murcianos. / EFE

El optimismo que reinaba en el entorno al Covirán hace una semana tras su gran victoria sobre La Roda en el Palacio se ha visto amortiguado por el duro varapalo que Pablo Pin y sus jugadores recibieron en Murcia, donde no dieron la talla que se espera de un líder que aspira a seguir siéndolo a la conclusión de la liga regular. La derrota, además de hacer perder el primer puesto de la tabla, implica que ahora el conjunto nazarí ya no depende de sí mismo. Las dos derrotas ligueras con Alicante, nuevo líder, pesan como una losa.

destrozo

Sin duda cada partido es un mundo, tal como ha demostrado el Covirán en apenas siete días, en los que ha mostrado dos caras. Uno de los peores momentos que ha tenido el equipo granadino en lo que va de temporada fue en el segundo cuarto del enfrentamiento ante el Murcia, en el que los de Pin fueron barridos del mapa sin contemplación alguna. Tras diez minutos de igualdad, los diez siguientes no tuvieron más color que el pimentonero. El cuadro local se cebó con una escuadra nazarí que no supo reaccionar a tiempo tras quedar grogui al recibir un parcial adverso de 13-0 en tres minutos. Aún siendo la diferencia considerable, en baloncesto no es nada cuando aún quedan 27 minutos por jugarse, pero la sangría continuó hasta el descanso, momento en el que la desventaja se incrementó hasta los 21 puntos.

a tener en cuenta

A pesar de todo, el Covirán fue capaz de recortar diferencias tras el paso por los vestuarios. Y pudo meterse de lleno en el partido si no se hubiera visto lastrado por la falta de acierto en los tiros libres, acción en la que los de Pin presentan un porcentaje muy tristón. Al final del tercer cuarto, los granadinos estaban once puntos abajo después de haber fallado hasta ocho lanzamientos desde la línea de personal. Las cuentas salen solas.

siete jornadas

Toca levantarse. Restan siete partidos que son un mundo y hay mucho por decir. Eso sí, ya no se puede bajar la guardia porque el que se descuelgue lo tendrá realmente difícil. Hay que mirar al frente para no convertirse en estatua de sal.

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