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Los jugadores sí dan la cara

  • Merecido El Granada CF suma tres puntos en Lorca aunque se complicó la vida en la recta final Dificilísimo Pese al triunfo, el corte sigue estando a siete puntos

Si hay algo que no se ha puesto en duda esta campaña, pese al ambiguo comunicado hecho público el miércoles, es la profesionalidad de los jugadores del Granada CF. Al menos en los medios de comunicación. Pueden hacerlo mejor o peor, en virtud de muchos defectos, y también variadas virtudes, que tiene esta plantilla. Pero jamás se ha dudado de su entrega. Ayer en Lorca fue un ejemplo de esa profesionalidad. Los jugadores sí dieron la cara en el campo, pese a los tres meses de impagos, algo que sus directivos aún no han hecho para responder a las reivindicaciones de un plantel donde, está claro, existe un gran malestar por la situación.

Pero los graves problemas económicos se dejaron en el vestuario y el Granada CF ofreció una primera parte primorosa y una segunda conservadora. En Lorca estaba la única oportunidad para mantener alguna esperanza. Y la leve llama aún se mantiene encendida, aunque el objetivo sigue estando muy complicado.

De nuevo Óscar Cano se decantó por el 4-1-4-1 con el que su equipo parece sentirse más cómodo, aunque en esta ocasión presentó como novedad a Morales en lugar de Lucena, tras el retorno de Zubizarreta al centro de la zaga. Miguel Álvarez,técnico lorquino, apostó por un 4-4-2, con Manel y Epitié en punta.

El Granada CF jugó una primera parte de dulce, pese a que ambas escuadras comenzaron imprecisas, y del primer intercambio de destartalados golpes sin tensión no salió nada interesante. Sólo un disparo a las nubes del lorquino Vicente (12').

A partir de ahí, Ocaña se hizo con la manija en el centro del campo y marcó el ritmo del partido. El gaditano estuvo genial en este periodo. A los 19 minutos se produjo el primer remate visitante, con un saque de falta del propio Ocaña que Gorka cabeceó pegado al palo izquierdo de Jauregi. Los rojiblancos estaban muy asentado sobre el terreno de juego y pisaron área local con ímpetu ante los nervios de los locales. Otra vez Ocaña disparó y el balón se marchó a córner tras rebotar en un defensor. Tras ese saque de esquina, Zúñiga recogió un rechace, centró desde la derecha pasado al segundo palo y allí apareció Gorka Pintado quien, viniendo desde atrás, cabeceó perfecto a la red (22'). Un bello gol.

El tanto pareció espolear algo al Lorca, que dio dos pasos al frente. En jugada ensayada, Raponi sirvió a Manu Busto, quien se adentró por la derecha y su remate cruzado lo tocó lo suficiente Félix Campo para enviar a córner y evitar el empate (26').

Pero la reacción local fue un espejismo, porque el Granada mandaba en el centro e imponía su criterio. Otra vez Ocaña, en una gran jugada personal, lanzó un envenenado disparo que obligó a Jauregi a hacer la parada del partido en una gran estirada (28'). Y antes de cumplirse la media hora, tras una buena combinación, Carlos Ruiz centró y Gorka con la testa cruzó en exceso.

Pese a los torpes intentos locales, el Granada mandaba, con un juego variado de toque y apertura a bandas que desarboló al Lorca. El partido estaba para matarlo y Milla pudo hacerlo en un duro lanzamiento de falta que se le fue fuera por poco (31').

En la siguiente acción, se produjo la jugada clave. Robles y Gorka pugnaron y con el vasco en el suelo el capitán lorquino 'agredió' al delantero. El colegiado no dudó y mostró la roja al central, dejando al Lorca con diez. Una expulsión rigurosa, según el propio Gorka.

La circunstancia facilitó el dominio granadinista y el segundo gol se veía llegar. Miguel Álvarez retiró al delantero Manel para dar entrada al defensor Olivares, pero el Granada no esperó. En un golpe franco cerca de la frontal del área, Suárez dio un zapatazo impresionante y el balón se coló junto al poste derecho de Jauregi como un obús. Un golazo (43').

Dueño y señor del balón y del partido el Granada, llegó el descanso con una bronca del respetable a los suyos.

Con uno más y ventaja de dos goles, la reanudación debía suponer la consolidación del triunfo. Álvarez dejó en la caseta a Manu Busto paracolocar a un delantero, Chando, apostando por un valiente 4-3-2. El primer el susto fue para los visitantes, en un saque de esquina que remató Iturriaga, Félix Campo desvió como pudo y el intento de despeje de la defensa local fue al travesaño.

Tras el sobresalto, el Granada volvió a mandar en el partido. Toque y más toque, controlando la situación y en busca de espacios para hacer daño, aunque bien es cierto que sin pisar tanta área local como en el primer tiempo.

Con el vivo recuerdo de lo que sucedió en Baza (ventajas de 0-2 y 1-3 desperdiciadas), el Granada no arriesgó demasiado, estuvo contemporizador y quiso dormir el partido, con precauciones atrás y mucho toque adelante. Veía tan fácil el triunfo y tanta su superioridad que fue perdiendo tensión.

Fueron cayendo los minutos sin el preciosismo del primer tiempo y con el Lorca dando pasos adelante para hacer un esfuerzo y tratar de acortar distancias, pero muy escaso de calidad en los últimos metros. Cano retiró a Zúñiga (70') y dio entrada a Otiñano, colocando a Vicente en la derecha, para tratar de recuperar el dominio del balón. Pero Gorka, en una acción absurda, se ganó la expulsión al pisar a Olivares (75') con el árbitro encima. Las fuerzas se igualaron. Inmediatamente, Cano retiró a Vicente y dio entrada a Lucena para dar mayor solidez defensiva a su equipo.

El Granada desapareció en ataque y el Lorca apretó. Chando (81') probó a Félix Campo desde lejos y el guardameta respondió con una buena intervención.

En los últimos minutos,los rojiblancos se encerraron para amarrar el triunfo, buscando sobre todo efectividad y el Lorca mostró sus grandes carencias ofensivas.

Pero con el tiempo cumplido, Juanma centró desde la derecha y Chando se anticipó a los dos centrales para cabecear a la red (90'). El Lorca se volcó y todo lo que no hizo en el partido lo reservó para el descuento. Raponi, en inmejorable posición, fue objeto de un posible penalti cuando se disponía a rematar (92') y Otiñano vio la roja (94') por dar un manotazo en el pecho a un rival.

Sinceramente, la segunda parte sobró.

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