Un polémico 1-1 logrado por el Liverpool en un penalti más que dudoso en el último minuto desató las protestas del Atlético de Madrid, al que esa decisión le privó de un triunfo que habría significado su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones y su mejor inicio en el máximo torneo europeo.
Era el minuto 93 en Anfield. Un balón iba suelto por el área del conjunto rojiblanco, cuando un choque entre Mariano Pernía y Steven Gerrard provocó la discutible decisión del árbitro sueco Martin Hansson, que sancionó al equipo madrileño con una pena máxima, transformada por el capitán red, y el consiguiente 1-1.
El lateral rojiblanco, protagonista de esa acción, declaró que el juez de línea que señaló el penalti le "pidió perdón" por esa jugada. "Nos cierran el Calderón, nos sancionan al entrenador, nos pitan un penalti injusto en el minuto 94... Estamos muy dolidos. Fue una falta inexistente, Gerrard se tiró encima de mí", añadió. "Da mucha rabia perder así dos puntos. Planificas la semana para conseguir la victoria y en una jugada que sólo vio el colegiado se equivoca y señala un penalti que no era. El vestuario está dolido, pues teníamos los tres puntos", afirmó Maxi.
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