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Este punto sí es la leche (1-1)

  • Un Granada con bajas muy sensibles se repone a una mala primera parte y empata en la 'nueva Catedral' con un gol de Peñaranda. Aduriz perdona el 2-0 al fallar un penalti antes del descanso.

Les sonará la frase que reza el titular de esta crónica, aunque de otra forma. Joaquín Caparrós (mira que es larga su sombra) la declaró después de perder la temporada pasada contra el Rayo: "un punto en la élite es la leche", espetó de forma exacta. Luego, al empatar en Eibar en un partido en el que el Granada no quiso ir a ganar, al sevillano le restregaron esa frase. Un punto puede ser la 'repanocha', pero dependiendo del rival y las circunstancias. Si en Ipurua el año pasado, igualar no era la "leche" por mucho que el utrerano quisiera, la igualada en la mañana de ayer de los granadinistas en San Mamés contra el Athletic sí que puede considerarse como un 'puntazo'. Si bien no arregla la maltrecha situación del equipo ni le hace ganar en una cancha en la que los de abajo no cuentan, al menos hasta esta noche, Levante-Sporting mediante, el Granada CF estará un punto por encima del descenso.

 

No fue un buen partido de los granadinistas que, sin embargo, se merecieron salir de la 'nueva Catedral' con el empate. El equipo de José González volvió tener un problema con los cuatro de atrás y con la salida del balón. Esto provocó que la primera parte de los que ayer vistieron de blanco fuera una calamidad, aunque hasta el 1-0 los bilbaínos merodearan el área de Andrés Fernández pero sin realmente morder. Fue el cuarto de hora final de la primera entrega el que facilitó una imagen de equipo súper superior del Athletic. En la segunda cambiaron las tornas, con un Granada que siguió sin jugar bien pero que tuvo arrestos para dar un paso adelante una vez que los Leones le habían dejado vivo. La entrada de Fran Rico y la salida de Javi Márquez reforzaron a los de José mientras los vascos confiaban en que no sólo no iba a llegar el empate, si no que a poco que tuvieran una iban a sentenciar. Pero así llegó al 1-1 final gracias a un Peñaranda que recuperó su buen nivel.

 

Sí es cierto que la contienda pudo cambiar antes del descanso. Un penalti de Lombán sobre Aduriz, ya con 1-0 en el marcador, lo mandó al poste el máximo artillero nacional. La suerte le hizo ese guiño al Granada. Afrontar la segunda mitad con un 2-0 abajo hubiera sido una pared durísima de escalar.

 

El Granada compareció en San Mamés con un equipo de circunstancias. Ni Ricardo Costa ni Rochina, fijos para José, entraron en la convocatoria, lo que unido a la sanción de Success presuponían un partido difícil. El puesto de Rochina lo ocupó Javi Márquez y el del luso en el eje de la zaga fue para Lombán. Ninguno lo hizo bien, aunque el asturiano sí mejoró tras el intervalo. En la primera hizo el penalti a Aduriz y casi le regaló el segundo al Athletic por una mala salida del balón. Por su parte, el catalán, al que José ni siquiera había convocado hasta la fecha, hizo honor a ese mérito. Tan desaparecido estuvo que cuando el entrenador le quitó, el equipo pareció recuperar la igualdad once contra once. 

 

Se demostró, por otro lado, que el centro del campo Rubén Pérez-Doucouré no está habilitado para jugar al fútbol. Sólo con Fran Rico los rojiblancos mostraron más flow, pero hasta que no se produjo el recambio, el Granada no se hizo acreedor del título de 'equipo de Primera'. Las dos contras en el primer cuarto de hora a favor de los granadinos fueron un espejismo: una acción individual de Peñaranda que El Arabi mandó alta (10') y una galopada de Cuenca que se tuvo que mamar porque nadie le tiró un desmarque (15').

 

El Athletic tomó el mando pero sin crear ocasiones claras hasta el gol, que llegó en el 27' de juego por un exceso de celo en la marca a Aduriz. Nadie se percató de la entrada de Lekue en diagonal y ni Babin ni Foulquier pararon al canterano vizcaíno, que fusiló a un Andrés que se comió el bote (1-0). Los vascos lo vieron claro y en ese cuarto de hora pudieron sentenciar. Velasco Carballo salvó al Granada en una posible mano de Babin dentro del área y un posterior tiro al larguero de Aduriz. En 35' Lekue cruzó en exceso un tiro en el área. 

 

Los visitantes estaban listos pero el fallo del penalti de Aduriz les dijo que no podían seguir por ese camino. Y la segunda parte fue otra cosa. De un lado, el Athletic dio un paso atrás y el Granada ganó presencia en campo contrario, aunque apenas creó dos ocasiones por individualidades de Foulquier y Robert Ibáñez. Doucouré se creció para evitar las contras del Athletic y, cuando estas llegaban, las ayudas de los compañeros ayudaron a la defensa a cerrar las vías al gol locales. A la media hora Peñaranda culminó una jugada de ataque algo trompicada en la que la irrupción de Robert desde la banda derecha desestructuró el repliegue de los de Valverde (1-1).

De ahí hasta el final, Williams mandó un balón al poste en la única oportunidad del Athletic en el segundo acto y El Arabi no acertó a enganchar un centro demasiado alto de Robert.. 

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