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La quinta, la más cruel

Dolorosa, muy dolorosa fue la derrota que ayer sufrió el CB Granada en Mahón. Cuando lo tenía todo a su favor, con tres puntos de ventaja a falta de once segundos, se permitió, por parte de sus jugadores y de los árbitros, que no pitaron personales previas, a Marinovic lanzar un triple que, para colmo, fue acompañado de un tiro adicional. Entonces, sí se pitó la personal. Menorca contó una vez más con su gran afición y... con al árbitro Pérez Pérez, que volvió a crucificar a Sergio Valdeolmillos y los suyos.

Al final se cayó por un punto, se sumó la quinta derrota consecutiva y, lo que es peor, a todos y cada uno de los técnicos y jugadores granadinos se les quedó un gesto torcido que les va a costar mucho tiempo borrarlo de sus rostros. Todo se fue al garete en un lapsus de tiempo. Lo bueno que se hizo hasta entonces, que fue mucho y muy interesante, no sirvió para nada por una tontería, la de no saber hacer una personal que fuera pitada por los colegiados. Una vez más la historia se volvió a repetir en Menorca. Sigue el gafe, que en esta ocasión ha sido cruel, muy cruel.

Nada más empezar la contienda, el problema de siempre: a los dos minutos y medio Nicolás Gianella vio la segunda personal y el planteamiento de Valdeolmillos sufrió el primer gran contratiempo. Pecile, que había empezado el partido en el banquillo, tuvo que asumir el mando con su particular concepción de la dirección... y el tiro. Y del 6-5 se pasó en algo más de tres minutos a un 13-7 que obligó al técnico visitante a parar el choque. Con Borchardt haciéndose notar en la pintura, los granadinos pararon la sangría, aunque no a Stojic, que cogió, con acierto, la responsabilidad ofensiva de los suyos. El croata con pasaporte alemán tuvo la 'culpa', con 12 puntos, de que Menorca tuviera el mando en el primer cuarto: 22-18.

En el siguiente acto los dos técnicos revolucionaron sus quintetos en pista. Un triple de Page puso al CB Granada por delante tras un parcial de 0-7 (22-25), lo que aprovechó Valdeolmillos para dar un respiro a Borchardt, de lo que se resintió el rebote visitante. La seriedad e intensidad de los granadinos, sobre todo con una defensa para enmarcar, se vio alterada cuando le cayó la tercera personal a Gianella cuando apenas llevaba unos segundos en pista. Aguantó el CB Granada con los menos habituales y con todos metidos en el choque hasta el tuétano. Al descanso la ventaja visitante se instaló en los diez puntos tras una canasta de Cherry sobre la bocina: 30-40.

No empezó mal el CB Granada en la reanudación, pero varios errores en escaso tiempo permitió a Menorca, con Stojic otra vez en plan estrella, meterse de lleno (39-44). Y luego apareció Marinovic, que se aprovechó de la pérdida de chispa defensiva en los visitantes (49-51, a 3' 03'' para la conclusión del tercer acto). Cuando el panorama amenazaba con oscurecerse los granadinos ofrecieron una dosis de concentración y coraje y cogieron algo de oxígeno.

Con una renta de seis puntos (53-59) se inició el cuarto definitivo. Y con Pérez Pérez otra vez haciendo de las suyas, se impidió que el CB Granada cogiera una cómoda ventaja. En un minuto y medio los visittantes ya habían cubierto el cupo de cinco personales (seis poco después por ninguna los locales). Y a base de tiros libres los menorquines comprimieron los guarismos (63-64, a 7' 13'' para la conclusión). Y lo que más se temía llegó cuando Shirley y Varda, desde más allá de la línea de 6,25, pusieron a Menorca por delante en el electrónico (71-66, a 2' 46'' del final). Reaccionó el CB Granada y lo tenía todo a su favor cuando a falta de once segundos se puso tres arriba. Sacaron los locales de banda, no se hizo la personal que recoge cualquier manual, o quizá los colegiados no pitaron las que se hicieron. Increíble.

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