Ya van unas cuantas finales esta temporada, fruto del irregular rendimiento ofrecido por el Granada CF de Óscar Cano, que ha demostrado ser capaz de lo mejor y de lo peor. El de esta tarde es, de nuevo, el partido más importante de la temporada, y puede marcar de forma decisiva el devenir del equipo y hasta del club, cuyo futuro pasa, bien es sabido, por lograr un ascenso. La posibilidad de seguir albergando esperanzas de ello existirá tras el pitido final siempre que el cuadro rojiblanco sea capaz de doblegar al Portuense, empresa complicada pero accesible, más teniendo en cuenta que los gaditanos no están precisamente realizando una buena campaña. La victoria, que significaría la cuarta consecutiva, es el único resultado que parece valer para un equipo que lo tenía todo perdido pero que en cambio ha encontrado el acierto y, por qué no decirlo, la fortuna en las dos últimas jornadas, pasando en las mismas de estar a siete puntos de la fase de ascenso a presentarse esta tarde sólo a uno, aunque con la necesidad aún de que dos rivales fallen. Pero pensar en eso sería la tumba del vestuario, y los jugadores lo saben, aunque sea un tópico: no hay nada mejor que mirar partido a partido para lograr un objetivo que ahora más que nunca parece estar al alcance de la mano.

El ambiente de euforia se ha instalado en buena parte de la afición rojiblanca, conscientes muchos seguidores de que los equipos que llegan a la recta final del campeonato enrachados suelen ser los que triunfan, independientemente de que, como es el caso, la campaña haya sido nada brillante, irregular y con muchos picos, buenos y malos, altos y bajos. El de ahora parece ser el bueno, y ha llegado de la mano de un sistema distinto al empleado por Cano en buena parte del campeonato, con protagonismo en el mismo para Ángel Morales, pivote por delante de la zaga, y en el que no parece entrar Manolo Lucena. A cambio, Cano dota a su equipo de mucho veneno por detrás de Gorka Pintado, gracias a la creatividad y talento de Ocaña y Vicente, y consigue entrar por banda con otros dos estiletes -Israel y Zúñiga- que también, sobre todo el granadino, están en un gran momento. Con ese dibujo se ganó en Marbella el pasado domingo y así se presentará esta tarde el equipo rojiblanco ante las repletas gradas. Si no hay ninguna sorpresa, pues, Cano repetirá once, con una zaga formada por Javi García y Carlos Ruiz en las bandas; y Suárez y Zubi en el centro de la zaga. Por cierto, que Suárez comparecerá con una fuerte protección en uno de sus dedos, tras fracturarse esta semana una falange. Son bajas Gabriel Bordi y Jorge García, quien de momento no está recuperado para volver a jugar, mientras que se recupera el concurso de Otiñano, tras cumplir una sanción.

El equipo granadino realizó ayer su último ensayo semanal en las instalaciones propiedad del directivo Antonio Sánchez, entrenamiento al que acudieron los jugadores tras una sesión de video en la que Cano intentó concienciar a los suyos sobre los puntos fuertes de un rival, el gaditano, que llega a Los Cármenes jugándose la vida por la zona de abajo y sin poder permitirse un traspié si no quiere perder gran parte de sus opciones de permanencia, ya que ocupa puesto de descenso a falta de cuatro jornadas. Los gaditanos cayeron en su campo la pasada jornada ante el Lucena (0-2) y llevan tres semanas sin ganar.

El equipo del Puerto de Santa María llega sin Carlos Orúe, que dimitió el pasado fin de semana como entrenador y que será sustituido por el secretario técnico de la entidad, Javier Otero, quien recupera a hombres importantes pero pierde a otros. Vuelven a la lista de convocados Raúl Molina, el ex rojiblanco Palacios, Dani Zúñiga y Mechi, mientras que son bajas Paulino -apartado del equipo por indisciplina-, Juanfer, Álex Cruz, Velázquez y Sambruno.

Si la presencia de seguidores rojiblancos fue extraordinaria el pasado domingo en el Municipal de Marbella, para esta tarde está asegurado uno de los mejores ambientes de toda la temporada, con una previsión de 10.000 seguidores en las gradas. Durante la semana el club ha despachado en torno a 4.000 entradas, localidades adquiridas sobre todo del sector B y de los fondos, a lo que sin duda han ayudado las promociones puestas en marcha por la entidad, con precios muy populares, con el objetivo justamente de que Los Cármenes ejerza de jugador número 12 y lleve en volandas a los jugadores de Cano. Serán 90 minutos de infarto en los que ha de primar la concentración. Y en los que hay que ganar sí o sí.