En el mundo del fútbol se suelen dar situaciones en las que los problemas económicos sirven para demostrar la fortaleza de un colectivo comprometido, cohesionado, que busca ante todo el interés del grupo cuando a la hora de vestirse de corto se refiere, pese a todas las adversidades sufridas en el día a día por falta de cobro. Con esa filosofía y espíritu, el Granada CF espera vencer esta tarde en Los Cármenes a un equipo, el Mazarrón CF, desconocido para el gran público, pero que puede resultar peligroso y sacar provecho de la situación interna por la que atraviesa el Granada CF en las últimas semanas.

Las deudas contraídas con la plantilla iban a hacer que los jugadores llevaran a cabo alguna reivindicación que se ha mantenido en secreto a lo largo de la semana pero que no se producirá tras acudir a la última sesión de entrenamiento celebrada ayer la práctica totalidad de la junta directiva con su presidente a la cabeza, documentación en mano, y prometerle que la próxima semana, en concreto miércoles y viernes, se les pagarán dos nóminas de las tres que tienen pendientes. Ante tal promesa, la plantilla, en un acto que le honra una vez más, se centrará en un choque que supone el regreso a Los Cármenes tras dos salidas consecutivas en las que la imagen y el juego desplegado por los pupilos de Óscar Cano han ido en aumento. Será el momento de demostrar que esa mejoría no es fruto de la casualidad.

El cuerpo técnico parece haber encontrado la forma de juego ideal y, al igual que sus jugadores, no quiere renunciar a seguir luchando por meter la cabeza entre los cuatro primeros. La empresa no es nada fácil, por no decir imposible, pues se depende en exceso de que fallen demasiados equipos, al margen de no poder cometer un error en los seis encuentros que restan de la temporada.

Sin embargo, Cano no podrá repetir el equipo que venció en Lorca debido a la ausencias con las que cuenta. El técnico granadino tratará de modificar lo justo un equipo que cuenta con las bajas por sanción de Suárez y Gorka Pintado. Además, Jorge García también será baja. Sin Gorka ni Bordi, Cano se verá obligado a modificar la posición de Vicente, que en principio actuará como hombre más adelantando. Israel seguirá en banda izquierda por lo que salvo sorpresa, Carlos Ruiz volverá a jugar en el centro del campo, pero esta vez por delante de Ángel Morales. En defensa, el hueco dejado por Suárez será ocupado por Manolo Lucena mientras que Javi García regresará al once. En cualquier caso, el equipo jugará sin una referencia ofensiva clara, por lo que la llegada desde atrás de los jugadores de la segunda línea será muy importante para sorprender a un rival con problemas en la tabla.

Y es que el Mazarrón llega en puestos de descenso a Tercera División. Su técnico, Quique Yagüe, que lleva dos partidos en el banquillo murciano, no podrá contar con Juanjo, pero recupera a su máximo goleador, el ex rojiblanco Álex Colorado, y a Alexandre.