fútbol

El relevo que sugiere una dinastía

  • El triunfo del combinado de Luis Milla demuestra la fiabilidad de una generación que sigue los pasos de la campeona mundial · Thiago, Muniain y De Gea lideran un grupo con las mismas similitudes

El paradigma del sistema sobre las individualidades y el respeto por el buen fútbol como lenguaje hacia el éxito alimentaron el sueño de dinastía: la selección sub 21 de España demostró con el título europeo que el legado de los campeones del mundo se mantiene intacto.

Después de la exhibición futbolística en el torneo de Dinamarca, de la clasificación a unos Juegos Olímpicos después de 12 años y de un nuevo título en la era dorada del fútbol español, el equipo dirigido por Luis Milla expuso material suficiente como para sostener la sucesión en la gloria.

"Ahora mismo somos la mayor potencia del mundo. Paso a paso, y entre todos, estamos consiguiendo hacer historia", aseguró Thiago Alcántara, autor de un golazo en la final del sábado contra Suiza y emblema de la nueva generación de futbolistas del combinado ibérico.

La persistencia en el trono de España no se explicó sólo en la obtención de un nuevo título, sino en el camino transitado hasta alcanzarlo. La sub 21 mantuvo la misma filosofía que los actuales campeones del mundo. Con piezas absolutamente nuevas y con la misma supremacía en el campo ante cada rival de turno.

No es casual que España se haya convertido en la primera selección en ganar sucesivamente la Eurocopa con la mayor y el Campeonato Europeo con la sub 21 desde 1978, cuando se inventó el certamen de la categoría inferior. "Todos estos éxitos de las selecciones españolas nos hacen adquirir una mayor responsabilidad al jugar aquí", afirmó David de Gea, quien con apenas 20 años ya posee dos títulos oficiales con el Atlético de Madrid y se comporta como un experimentado jugador tanto dentro como fuera del campo.

El proyecto de selecciones de España encontró su mayor éxito en la capacidad de mantener intacta una filosofía, al margen de sus intérpretes. Lo que en un principio pareció obra de unos pocos elegidos de la talla de Xavi, Iniesta, Busquets o Casillas, hoy parece ser heredado por jóvenes promesas como Javi Martínez, Thiago, Muniain o el propio De Gea.

El caso de Adrián López ejemplifica la importancia del mensaje: un delantero que, en el último año militó en el Deportivo de La Coruña, equipo menos goleador de la Liga y uno de los tres descendidos a Segunda, y que tras la final contra Suiza se consagró como máximo anotador del Europeo y fue elegido como el mejor futbolista del certamen. "España tiene que mantener este nivel con humildad. Todavía hay mucho fútbol por demostrar y siempre se debe tratar de mejorar", destacó Bojan Krkic, un habitual de las selecciones juveniles españolas, que hasta finalizó el certamen sentado en el banquillo.

El éxito actual de España puede encontrar sus similitudes con el magnífico presente del Barcelona en el ámbito de los clubes. Ambas entidades mantuvieron una identidad futbolística definida en todas sus categorías y acapararon tantos títulos como elogios en el ámbito mundial.

La sub 21 del conjunto ibérico se consagró en la ciudad de Aarhus, el mismo lugar donde casi cuatro años atrás confirmó su clasificación a la Eurocopa 2008 y donde empezó a escribir la revolución futbolística de la mano de Luis Aragonés.

El próximo año, España intentará defender el título continental en la Eurocopa de Polonia y Ucrania y luego buscará el último gran título que le falta a la actual generación: el oro olímpico en Londres 2012. Del Bosque avisó de la importancia del pase durante la última semana. Las selecciones españolas captaron el mensaje y lo exponen ante cada cita oficial.

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