BALONCESTO · NBA

Ni tantos, ni tan separados

  • La diferencia anotadora entre equipos de la ACB y de la NBA se ha reducido a la mínima expresión, y sólo queda camuflada por la diferencia de minutaje entre las dos competiciones

Partidos frenéticos, espectaculares, habitualmente con tres cifras en cada marcador. Bajo estas condiciones, y en clave de baloncesto, sólo podríamos estar hablando de partidos de la NBA… O de la ACB, si los partidos duraran 48 minutos. Lejos de ideas preconcebidas y mitos superados, lo cierto es que la media de puntos por partido en la ACB y en la NBA es muy similar, aunque maquillada por una diferencia fundamental: que en la NBA los encuentros duran 48 minutos, por los 40 minutos reglamentados en el baloncesto FIBA. En suma, que ni en la NBA se anotan tantos puntos, ni la liga española está tan separada de la americana.

Demostrar esta la realidad es tan sencillo como llevar a cabo un par de operaciones matemáticas: usando como base los resultados de los encuentros disputados hasta el pasado viernes, no hay más que tomar el promedio de puntos por partido de los 47 equipos que militan en ACB y NBA, extraer el promedio de puntos por minuto (puntos totales divididos por minutos disputados) y multiplicarlo por 48 (los minutos que se disputan en la NBA), para llevar a todos los equipos a un denominador común. De esta forma, el mejor ataque de la liga española, el del Real Madrid, llegaría a 100,68 puntos por encuentro, lo que situaría al cuadro de Joan Plaza a la altura del ataque de los Denver Nuggets (101, 25 puntos por noche) y no demasiado lejos de los 106 puntos por encuentro que garantizan los Phoenix Suns, el mejor ataque de la NBA. Si bien es cierto que entre los 20 mejores ataques de la suma de ACB y NBA la mayoría son de conjuntos norteamericanos (17 frente a tres), también es cierto que el promedio de Unicaja, 96 tantos en 48 minutos, igualaría al de los Cleveland Cavaliers y superaría al de los Rockets, dos equipos de la zona noble de la NBA y aspirantes a tener una larga trayectoria en play off en 2009. En la parte de debajo de la tabla, los Grizzlies de Marc Gasol, con 85,6 tantos por choque, apenas si competirían con el Vive Menorca, el CB Murcia y el iurbentia Bilbao por evitar ser el peor ataque de los 47.

La operación contraria –importar los promedios de puntos de los equipos de la NBA al minutaje FIBA- muestra la gran diferencia que suponen ocho minutos de juego. Los mismos Grizzlies, en medidas ACB, apenas superarían las siete decenas de puntos por encuentro: 71,3 por noche. Y un partido entre Lakers y Celtics, la reedición de la final de la NBA del pasado curso, limitado a 40 minutos, ofrecería un marcador de 88-77, no muy lejos de los guarismo que alcanzan los equipos ACB. Y menos aún en contraste con una hipotética repetición de la final española del pasado curso, TAU-Barcelona, que daría la victoria a los catalanes por 77-80.  En síntesis, el ataque medio de la ACB 2008-09 anota 76,4 puntos por partido; el de la NBA, llevado a los 40 minutos FIBA 80,3. Cuatro puntos –es decir, dos canastas- de diferencia. Ni tantos, ni tan separados.

La línea de tres marcará el acercamiento entre las normativas FIBA y NBA. El anuncio de la FIBA de que la línea de tres puntos se retrasará a hasta 6,75 metros a partir del curso 2010-11 (sólo para campeonatos de selecciones; las competiciones domésticas tendrán hasta la temporada 2012-13 para asumir el cambio) es sólo un punto más en el acercamiento entre la normativa NBA y FIBA, claramente diferenciado en el metro que separa la línea de tres puntos de una reglamentación y otra. En ese mismo ámbito de fechas se producirá el cambio de diseño de la zona (el trapecio FIBA cederá ante el rectángulo NBA), que sucederá a la reducción de la posesión de 30 a 24 segundos sucedido a finales del pasado siglo. Además, algunas competiciones, como la Euroliga y la ACB, han cedido en cuanto a la personalización de los dorsales, también seña de identidad de la NBA, aunque más con fines comerciales que reglamentarios. La ampliación del tiempo de juego en el baloncesto FIBA de 40 a 48 minutos aún no ha salido a debate, pero podría hacerlo pronto: las amplísimas rotaciones de los equipos europeos –raro es el caso del conjunto que emplea menos de 10 jugadores por choque- permitirían una extensión de dos minutos por cuarto sin que ello supusiera una merma de calidad.

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