Granada-Real Sociedad · Análisis

El sistema atrevido da juego

  • Abel Resino sorprende con la presencia en el once de Abel Gómez escorado hacia la derecha · La calidad brota, sobre todo al contar con superioridad numérica

El sistema atrevido que ha implantado Abel Resino ofrece efectos muy positivos hasta el momento. Se ha aparcado lo de estar encorsetado desde un principio, como proponía Fabri en muchos momentos y ahora la consigna es jugar de igual a igual, aceptar ese intercambio de golpes y confiar en las propias posibilidades para salir airoso de las contiendas. Los futbolistas con calidad que hay en la plantilla han brotado, el equipo se suelta a la hora de montar los ataques y los resultados están ahí. Con el técnico toledano en el banquillo se han sumado nueve de doce puntos posibles. Tres victorias en cuatro jornadas, poco más se puede pedir para un equipo que aspira a la permanencia en Primera División.

Posicionamiento

Soprendió ver a Abel Gómez en la formación inicial. Las cábalas apuntaban a que fuera Uche, Henrique o Jaime Romero el que ocupara un puesto en banda, sin embargo Abel decidió dar un giro al esquema y ubicar al centrocampista criado en Monachil escorado hacia la derecha. En el resto de posiciones no hubo sorpresas. Actuaron los esperados. Abel Gómez dio poso al juego, aunque estuvo algo lento en la primera parte. Se asoció bien con los dos Ricos, Fran y Mikel, pidió el balón y casi siempre tendió a irse hacia dentro. Le costó más asumir funciones de contención, defender no es lo suyo, aunque de todos modos no rehuyó tampoco enfrascarse en esa pelea y presionó todo lo que le fue posible. Mucho más entonado estuvo en la segunda mitad. Dejó habitualmente la banda derecha para las subidas de Nyom. Acabó jugando por el centro, primero más adelantado con la salida de Martins del campo y después algo más atrasado al ser expulsado Siqueira y tener que retrasar su posición Mikel Rico.

Poca continuidad

El Granada CF estuvo más bien atascado en la primera parte. Adelantó la línea defensiva para tratar de cerrar espacios y provocar el fuero de juego. El partido transcurrió por esos derroteros, con poca brillantez y con poca continuidad en el juego. Dos equipos de parecido perfil y que tenían en mente apoderarse del esférico el mayor tiempo posible.

Poderoso Íñigo

Las mayores acciones de peligro se desencadenaron en jugadas de estrategia. La Real Sociedad sorprendió a balón parado. Se originó un error para defender y Roberto dudó a la hora de impedir el remate de Mikel González. Se quedó a medias y cuando se estiró al remate, no pudo llegar para impedir su gol. Tampoco colaboró la defensa. Sin embargo, esos errores se compensaron en el área contraria. Ahí el Granada CF cuenta con un filón llamado Íñigo López. Su poderío aéreo es impresionante, no muy lejos del que exhibe Sergio Ramos. El riojano sabe colocarse, posee un gran salto y es el más valiente para contactar con el balón. Nadie le hace competencia y muy cerca se quedó de hacer un 'hat trick' de cabeza. Las mejores oportunidades en la primera parte llegaron por su parte. Fue la mejor baza en ataque con diferencia.

Aportación decisiva

Franco Jara dispone de unas grandes condiciones técnicas, aunque le falta asentarse para elegir en cada momento la opción más adecuada para sacar partido a sus cualidades. Ante la Real Sociedad resultó decisiva su aportación para asegurar los tres puntos. Marcó un golazo para deshacer el empate en el inicio de la segunda parte y el último de Uche llegó tras una jugada suya en la que disparó tras efectuar un recorte de calidad. El argentino hizo mucho daño por la izquierda en la segunda parte. Trajo en jaque a su defensor por esa zona. Le ayudó que ya no estaba Carlos Martínez, que había sido expulsado al filo del descanso. El ex jugador del Benfica es uno de los importantes en el equipo y sólo le falta depurar aspectos para aportar más aún al juego colectivo del equipo. Discernir cuándo le toca pasar, recortar o tirar.

Uche juega en su sitio

Desde mediados de septiembre no mojaba Ike Uche. Mucha cera ha recibido por parte de aficionados, aunque en su haber hay que decir que la banda no es su sitio. Su hábitat natural está como referencia en ataque. La primera que tocó ante el cuadro donostiarra la convirtió en gol. En el cuarto estaba en su sitio y sólo tuvo que empujar el rechace de Claudio Bravo tras el centro de Mikel Rico. El nigeriano hizo doblete el día que estuvo en su sitio. Su actuación le ha reconciliado con la grada.

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