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Donde las toman las dan

  • Después de perder en la anterior jornada en el último segundo y por un punto, el CB Granada se impone en Bilbao al Iurbentia gracias a una canasta de Aguilar lograda a falta de un segundo

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Lo que hace una semana era negro, ayer fue blanco. Si la pasada jornada se perdió ante el Tau por un punto en una jugada sobre la bocina, en Bilbao, todo lo contrario. El Club Baloncesto Granada logró su segunda victoria fuera de casa al derrotar al Iurbentia en un final trepidante en el que pudo pasar cualquier cosa.

El equipo de Trifón Poch pudo haber sentenciado antes del final, pero también perder. Los locales lo tuvieron en su mano pues, a falta de seis segundos, Blums falló un triple cuando mandaban por un punto (69-68). Los granadinos metieron la 'quinta'. Scepanovic subió el balón y parecía que era el encargado de tirar, pero fue entorpecido y le pasó la responsabilidad al primero que pasaba por ahí. Ése fue Aguilar. Faltaba un segundo y lanzó porque no le quedaba más remedio. ¡Y la bola entró!

El CB Granada ganó porque encontró soluciones a los distintos problemas. Si en el primer tiempo su defensa hizo agua, en el segundo supo construir su juego a partir de un sólido trabajo atrás. Si Borchardt no tuvo su día, los demás cubrieron bien su ausencia. Si el juego se enmarañó demasiado, supo sacar provecho de ello. Si el Iurbentia parecía que se iba a ir (cogió una ventaja de nueve puntos) tiró de las riendas para frenar su ímpetu.

A base de triples se mantuvo el CB Granada por delante en el marcador durante case todo el primer cuarto. Mediado el mismo se alcanzó una máxima ventaja de seis puntos (9-15), pero cuando se secó la pólvora, el Iurbentia recortó hasta empatar en la última jugada de los primeros diez minutos (23-23).

Dos sorpresas en el quinteto inicial que puso Poch. Por un lado dejó en la banqueta a Gutiérrez, que hasta ayer había sido titular casi siempre. Por otro, su sustituto fue Nacho Martín, que prácticamente había contado poco para el técnico. El vallisoletano no defraudó y suya fue la primera canasta (0-2) y el primer triple de los granadinos (5-10).

El principal problema en el inicio fue parar a Blums, que anotó la mitad de los puntos de los bilbaínos en el primer acto. Ante la inercia de los pivots locales a pisar poco la zona, Poch sentó a un Borchardt un poco fuera de sitio.

Poco tardaron los pupilos de Txus Vidorreta en ponerse por delante nada más iniciarse el segundo acto. Para empezar, un parcial de 7-2 sin reacción, ni dentro ni fuera de la pista. Cuando Recker, con un triple, puso siete arriba a los vizcaínos (35-28, a 5'22'' para el descanso), Poch llamó a Borchardt. Y a Videnov y Aguilar. Pero fue Scepanovic el que cortó la ineficacia ofensiva (39-36), pero unas malas decisiones y una escasa puntería desde la línea de tiros libres dejaron al descanso un saldo negativo de seis puntos: 45-39.

En la reanudación, el primer equipo que acertó con el aro rival tras un cúmulo de errores (los hubo de todos los colores en ambos lados) fue el Iurbentia. Lewis disparó a los suyos con un triple (48-39). Habían transcurrido tres minutos y 20 segundos. Uno después, Borchardt rompió el 'inmaculado' inicio ofensivo del CB Granada en el tercer cuarto. Lo peor para los de Poch fue que el de Buffalo seguía casi ausente.

El tercer cuarto fue una casa de los líos, con dos equipos en pleno concurso de a ver quién lo hacía peor en ataque. Un dato demoledor: tras ocho minutos de juego el parcial era de 5-4. En el tiempo restante, un ramalazo de acierto con tres triples casi consecutivos metió a los granadinos en el 'fregao': 54-52.

El último acto se comenzó con un quinteto inédito: Fernández, Hunter, Jasen, Aguilar y Maric. Y con estos 'ingredientes' se puso por delante (56-59, a 7'38'' del final tras un 2+1 anotado por Jasen).

Con 58-60 se entró en otro momento de escasa producción. Un minuto y medio sin moverse ni un número. Cada punto parecía un gol y cada lanzamiento desde la línea de personales, un penalti. Desde ese 'punto fatídico' los granadinos perdieron la oportunidad de coger más ventaja. Así, se entró en los dos últimos minutos con un punto arriba: 66-67. A falta de un minuto y 13 segundos, el que mandaba era el Iurbentia (69-67). Y a partir de ahí, en el cara o cruz final la moneda dio vueltas, muchas vueltas. El tiempo se hizo eterno. Blums falló un triple que pudo ser definitivo, pero el aro escupió el balón. Faltaban seis segundos. Se pasó la pista a tontas y a locas hasta que, a falta de un segundo, el balón le cayó a Aguilar. Y lo enchufó.

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