David 'Peki' Navarro es, ante todo, un buen tipo. Su buen hacer como delegado del equipo rojiblanco y el exquisito trato que profesa a aquellos con los que se relaciona a diario -ya sean jugadores, empleados, periodistas, delegados de equipos rivales...- le han permitido estar muy bien considerado en Granada, ciudad a la que ya casi le guarda el mismo cariño que a su Lorca natal. El recién nombrado gerente del Granada CF es un auténtico solucionador de problemas, tiene mucho recorrido en la selva futbolística y, además, es uno de los hombres de confianza de Quique Pina y de Juan Carlos Cordero. El fútbol profesional no es nuevo para él. Ha sido delegado en Segunda A (cuatro años en el Ciudad de Murcia) y 'B', adjunto a la gerencia (Ciudad) y gerente (Águilas), amén de trabajar en el departamento de prensa municipal de Lorca, puesto del que ahora ha solicitado una excedencia, pues su nueva vida en Granada le exigirá un esfuerzo extra. De lunes a viernes será gerente y los domingos, delegado. Pina se lo puso como condición indispensable. Piensa que no hay otro mejor para desempeñar ese puesto.

-¿Y cuándo descansará?

-Eso ya está hablado. Buscaremos huecos, no habrá problema.

-¿Qué supone para usted este nombramiento?

-Es un reto muy bonito. Agradezco la confianza que han depositado en mí Quique Pina y Juan Carlos Cordero y espero devolvérsela, a ellos y a la ciudad.

-¿Qué hace el gerente de un club?

-Sobre todo organizar el día a día para que todo funcione como una máquina, velar porque se vaya cumpliendo el presupuesto, estar pendiente de la contabilidad y, sobre todo en Segunda, estar en permanente contacto con la Liga de Fútbol Profesional.

-¿Se adaptará el Granada CF a su 'nueva vida'?

-Sí, creo que estamos preparados, sólo hay que amoldar unos pequeños detalles para que todos nos acostumbremos a trabajar con la LFP, pero creo que lo haremos bien. En cuanto a instalaciones, oficinas... no veo problemas.

-Pero el club tiene poco personal, habrá que ampliarlo...

-Necesitaremos gente para la campaña de abonos. Para la temporada, es posible que se contrate a alguien, pero por el momento vamos a probar como estamos, que creo que podemos funcionar.

-¿Cuál es su principal preocupación?

-No tengo ningún miedo. Sé que habrá muchas dificultades, pero también conozco mi capacidad de trabajo y sé que la gente me va a echar una mano. Con la ayuda de todos llegaremos a buen puerto. Pina es muy exigente en el trabajo y eso es algo que me gusta. Si me exigen, puedo superarme.

-¿Confía en la respuesta del tejido empresarial de la ciudad?

-Mucho, aunque hay mucho trabajo por hacer y Quique no puede solo. Yo le echaré una mano. Confiamos en que la pequeña y mediana empresa se involucre en el proyecto, como han hecho ya las firmas más importantes de Granada, que nos han prestado mucho apoyo.

-La gente está muy expectante por los precios. Ya vio lo que pasó en la fase de ascenso.

-Que nadie se piense que nos vamos a colar, seremos coherentes con las dificultades de muchas familias para llegar a final de mes. Serán unos precios lógicos y habrá un abanico amplio para llegar a todos los que podamos, los que tengan más y los que menos.

-Aquel calentón de Pina está olvidado ¿no? Ya no pensará en marcharse...

-Quique está muy implicado con el proyecto y con la ciudad y quiere subir a Primera. Tiene una espina clavada tras rozar el ascenso con el Ciudad de Murcia. Este proyecto es mucho más potente que aquel, tiene más camino recorrido y un mayor respaldo. Tiene a toda una ciudad detrás.

-¿Qué número de socios firmarían?

-Somos ambiciosos, queremos 12.000. Sería estupendo.

-Díganos algo del presupuesto.

-Dependerá mucho de la respuesta de socios, empresas e instituciones. No sabemos nada aún.