Es comprensible, y puede pensarse que hasta lógico, que el entrenador del Granada 74, Carlos María Rodríguez, quiera quitarle hierro a la trascendencia del choque que esta tarde ha de dirimir su equipo frente a la Balompédica Linense, colista de la clasificación con cuatro puntos menos que los sumados por los rojillos. La desmantelación gradual de la plantilla y la invasión reciente de canteranos al primer equipo legitiman un resultado desigual en el fin del campeonato. También, el origen de todos los problemas, la ausencia de liquidez económica, que tiene sumidos a los futbolistas en mil pensamientos y otros tantos problemas en los que pensar antes que en el fútbol. Por eso Carlos María no quiere añadir ni un ápice más de presión a sus chicos, que bastante tienen con ser mínimamente competitivos. Sin embargo, si desnudamos la situación y nos quedamos únicamente con el aspecto puramente deportivo y clasificatorio, nadie puede obviar que gran parte de la culpa de que el equipo granadino pueda mirar al resto de la Liga con el pensamiento de que se puede salvar partirá, indudablemente, de ganarle a la Balona. Todo lo que no sea eso significará comenzar a ver el tema más como una utopía que como una posibilidad real.

Cuatro derrotas consecutivas ensombrecen el buen final del año pasado que tuvo el equipo de, por entonces, Miguel Rivera. En la primera vuelta sucedió algo similar, y fue justo la visita al campo de la Balona la que impulsó a los rojillos hacia una reacción que logró sacarle de los puestos de abajo, a los que no tardó mucho en regresar, todo hay que decirlo. Como elemento para ser optimista esta tarde, nada mejor que recurrir a la buena imagen exhibida hace siete días en Jaén, cuando los rojillos le perdonaron la vida a su rival merced a una manifiesta inoperancia rematadora. Los pesimistas se agarrarán a las bajas para pensar que hoy, aunque llegue el colista, también habrá pocas opciones. El último en sumarse a la lista de ausencias ha sido Valero, a quien un problema muscular lo dejará hoy en la grada. De igual forma, tampoco podrá jugar Sergio Molina, mientras que Milla lo hará infiltrado y Juanma Morán, con especial cuidado para no volver a fastidiarse su dañado hombro. Carlos María Rodríguez ha apostado en los ensayos generales por un atrevido 3-4-3 y por la titularidad de Juanma Martínez, que será de la partida si el gaditano no se decide por un más experto David Guerra. Lo que parece más que claro es que Choco y Milla serán carrileros, y que el tridente ofensivo volverá a formarlo Juanma Ortiz, Juan Moreno y David Gámiz, aunque Ortiz, tocado, podría quedarse en el banquillo de inicio, pues el mister ha llamado a dos atacantes del filial -Chiqui y David Caballero-, y cuenta también con Álvaro Santos, que incluso podría ser titular. La otra duda a despejar por Carlos María Rodríguez será el sustituto de Valero, que iba a jugar en la medular. El único futbolista específico que le queda al mister es Nino.

El Linense ha reaccionado algo de la mano de Baby, pero sigue siendo el colista por méritos propios, con sólo 16 puntos, frente a los 20 del '74'. Para ellos el partido sí será a vida o muerte. Baby se trae a todo lo que tiene, 18 futbolistas, tras recuperar a Coco y a Juli Ferrer para la lista de convocados.

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