El centrocampista mexicano del Betis Andrés Guardado apunta al derbi del próximo sábado ante el Sevilla en el Villamarín una vez superadas las molestias musculares y en el peroné que lo han mantenido fuera del equipo bético en sus últimos partido ante el Athletic de Bilbao.

Guardado ha entrenado este jueves por segundo día consecutivo con el grupo tras superar estas molestias que le hicieron estar ausente en San Mamés y lo ha hecho con normalidad en una sesión a puerta cerrada que ha dirigido el entrenador bético, Quique Setién, en la ciudad deportiva verdiblanca.

En esta sesión, han vuelto a hacer trabajo específico en el gimnasio y sobre el césped los porteros Antonio Adán y Dani Giménez, quienes han acelerado su puesta a punto en sus respectivas rehabilitaciones de una operación en el pubis y una rotura en el cuádriceps para intentar llegar al partido. La incógnita en la portería, que sería ocupada por el canterano Pedro López en el caso de que ni Adán ni Dani Giménez estuviesen al cien por cien, es la única de Setién por motivos médicos, ya que el cántabro cuenta con los demás efectivos de su plantilla a su disposición.

La única baja segura para el derbi será la del lateral zurdo dominicano Júnior Firpo, con un esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda que sufrió en San Mamés, y que será por ello baja para el partido contra el Sevilla y el del ciere liguero ante el Leganés en Butarque.