El fabricante aeronáutico europeo Airbus anunció ayer que va a reducir las entregas de su avión de pasajeros A380 a 12 unidades anuales a partir de 2018 para ajustarse a la cartera de pedidos para su avión gigante, que apenas se ha movido en los dos últimos años. Esta decisión afecta en Andalucía a la factoría de la compañía en Puerto Real (Cádiz), encargada del timón de cola y la carena ventral de fuselaje, así como a la empresa andaluza Alestis, fabricante de los paneles de la panza o belly fairing.

Airbus explicó que en 2015 entregó a sus clientes 27 unidades, cifra que se mantendrá este año y que se disminuirá a 20 en 2017, para proseguir con la reducción hasta las 12 que se pondrían en manos de los clientes anualmente desde 2018.

El consejero delegado de la compañía, Fabrice Brégier, insistió en que con este paso se fijan un plan industrial ajustado a "la demanda comercial anual", pero al mismo tiempo dejó abiertas todas las opciones para beneficiarse de los mercados futuros del A380, en los que sigue confiando. Porque Brégier recordó que el crecimiento del tráfico aéreo y las restricciones de las capacidades de los aeropuertos son un hecho al que este avión, que puede transportar 555 pasajeros, ofrece soluciones.

Hasta ahora, hay 18 aerolíneas que han encargado 319 aparatos, de los cuales 193 ya han sido entregados y operan para 13 de ellas en alrededor de un centenar de rutas por todo el mundo. Eso significa que quedan por entregar 126.

En 2015 Airbus sólo consiguió un contrato firme de tres A380 y en lo que llevamos de año otro con Emirates por dos unidades, aunque simultáneamente también ha encajado la cancelación de otros dos.

La disminución de la cadencia de producción abre la puerta a una revisión del futuro de este aparato, lo que podría pasar por el lanzamiento de una versión modernizada, con motores más eficientes.