La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) solicitó ayer que la edad de jubilación real (63,27 años) se aproxime el máximo posible a la legal (65 años) y que la prolongación de la vida laboral sea voluntaria, aunque debe contar con un elemento incentivador superior al actualmente implantado.

Así consta en un documento que recoge las aportaciones de la patronal a la revisión del Pacto de Toledo, en el que considera que lo "realmente relevante" deben ser los años de cotización previos necesarios para acceder a dicha pensión. "El sistema debe incentivar los años de trabajo, no el mero acceso a una edad, de forma que los largos periodos de cotización deben ser el elemento primordial que dé lugar al derecho a la prestación", señala el documento.

En paralelo, el proyecto estrella del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para retrasar la edad de jubilación en Francia en dos años -hasta los 62- dio su primer paso con su aprobación por parte de los diputados de la Asamblea Nacional, pese a la oposición entre los partidos de izquierda y los sindicatos.

Así, el texto recogió 329 votos a favor, mientras que 233 diputados, de la oposición de izquierdas y los centristas tradicionalmente aliados con el Gobierno, votaron en contra.