Después de seis sesiones, el verde pasó ayer a mejor vida. La decisión del BCE de recortar los tipos medio punto no se celebró como cabría esperar, quizá porque algunos confiaban en que la rebaja fuera mayor. Y es que parece que los inversores se mueven más por sensaciones que por hechos. Ya ocurrió la semana pasada con la esperada rebaja de tipos de la Fed -que finalmente se cumplió-, el lunes ante la presumible victoria de Obama en las presidenciales de EEUU -también con pronóstico acertado-, y el miércoles ante la previsión del recorte de tipos por parte del BCE.

Sin embargo, la sangría de la sesión de ayer demuestra que las dudas del mercado continúan muy presentes y que el temor a la recesión global es cada vez más acuciante. Así, el Íbex 35 retrocedió un 6,27%, convirtiéndose en la cuarta mayor caída del año, y se situó en los 9.133,90 puntos. Fráncfort cedió un 6,84%, París un 6,38%, y Londres un 5,70%, pese a que también el Banco de Inglaterra recortó los tipos un 1,5%.

Dentro del selectivo español, el desplome fue total. Gamesa se anotó el mayor descenso, del 16,17%. Le secundandon Acciona (-12,29%) e Iberia (-12,02%). Los menos malos fueron los datos de Unión Fenosa (-1,11%), Grifols (-1,39%) e Inditex (-1,97%).

El resto, incluidos los grandes, se dejaron más de un 2%. El peor de ellos, Iberdrola, que cayó un 8,80. Repsol, que podría retomar el proceso de negociación con Ecuador, cedió un 8,51%. BBVA perdió un 6,32%, el Santander continuó con su particular vía crucis y retrocedió un 6,24%, y Telefónica un 5,47%.

El barril de Brent se situó al cierre por encima de los 57,5 dólares. Mientras, el euro perdió posiciones y acabó en los 1,27 dólares.