El grupo alemán de gases industriales Linde obtuvo un beneficio neto de 420 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone una mejora del 22,1% respecto del mismo periodo del ejercicio precedente, según informó la empresa, que espera cerrar su fusión con Praxair en la segunda mitad de 2018.

En el primer trimestre del ejercicio, Linde asumió un impacto negativo de 122 millones de euros en relación con los costes de reestructuración vinculados con la fusión con Praxair.

La cifra de negocio de Linde entre enero y marzo experimentó una caída interanual del 7,8%, hasta 4.044 millones de euros, mientras que el resultado operativo de la compañía aumentó un 3,8%, hasta 1.081 millones.

"Hemos seguido creciendo y hemos logrado un incremento sustancial de nuestra rentabilidad", declaró Aldo Belloni, consejero delegado de Linde, señalando que la "mejora significativa" en los márgenes de la compañía "son el resultado de las medidas de eficiencia introducidas", así como la transformación de la cartera de la empresa y las buenas condiciones macroeconómicas.

En junio de 2017, Linde y Praxair anunciaron un acuerdo para llevar a cabo una "fusión entre iguales", que dará origen a un líder mundial en el negocio de gases industriales con una facturación de alrededor de 27.000 millones de euros.

La Comisión Europea suspendió la semana pasada el periodo de evaluación de la fusión a la espera de recibir la información requerida. "Estas decisiones no son extrañas en procedimientos complejos como este", indicó Linde, que sigue manteniendo la fecha prevista para cerrar la fusión.