Economía

"No se concibe que pasemos de construir 700.000 viviendas a cero"

  • El máximo responsable de Fadeco asegura que la inversión residencial, incluida la VPO, está parada y que si la situación sigue así el sector sólo subsistirá con inversión pública

-Desde la patronal de la construcción se ha reiterado por activa y por pasiva que hay un problema acuciante de financiación, de concesión de créditos. ¿Cómo está la situación a día de hoy?

-En este tema hay dos partes: una es la del crédito al promotor y otra la del comprador. La banca está cerrada a dar préstamos a las empresas, y da igual que sean de la construcción o no. Por otro lado, si le das el crédito a un promotor puede decir: mire usted, si la banca no concede la hipoteca a los compradores, es preferible que no me lo dé a mí, porque cuando tenga el edificio hecho nos vamos a encontrar con un problema.

-¿Hay solución?

-O resolvemos el problema de los bancos o esto va a ir mal. Va a llegar un momento en que en nuestro sector no creceremos en las cifras del paro. Los niveles serán tan bajos que subsistirá lo mínimo para mantener la inversión pública.

-En estos momentos, ¿hay algún tipo de inversión residencial?

-Está completamente parada. Nadie está invirtiendo en vivienda ahora mismo. Incluso la gente con medios económicos no las compra, porque está a la expectativa.

-¿También la VPO se encuentra en situación de parálisis?

-Totalmente. El Pacto Andaluz por la Vivienda se ha hecho con mucha ilusión, pero hay una parte que pertenece a la banca, que firmó un acuerdo con la Consejería de Vivienda que debe cumplir. Los acuerdos no se firman para no cumplirlos. El dinero [cifrado, entre bancos y cajas, en 9.550 millones de euros] hay que ponerlo en el mercado. Nos consta que la Junta está presionando [se ha ofrecido a las cajas para mediar entre ellas y los promotores].

-¿Qué resumen hace de cómo le ha afectado al sector el parón y la crisis económica?

-El nivel de construcción de viviendas de años anteriores era imposible de mantener. Ha habido años en los que hemos llegado a las 700.000 viviendas y eso es imposible que se sostenga. El sector tiene que readaptarse y la dimensión debe ser menor desde luego. Pero lo que no se puede tener es una sociedad del bienestar sin construcción. No se puede concebir que se haya pasado de 700.000 viviendas a cero. No de 700.000 a 500.000 , sino a cero.

-¿Han cerrado muchas empresas?

-Le pongo un ejemplo. De los 373 procedimientos concursales que hubo en Andalucía en 2008, nada menos que una tercera parte correspondió al sector inmobiliario y de la construcción.

-¿Cómo detener esta sangría?

-Las reformas laborales, tan de moda, hay que hacerlas. Hay que agilizar los ajustes de plantilla, hacer el despido más barato y objetivizarlo por causas económicas. Después está el tema del convenio colectivo. Firmamos acuerdos que no nos permiten elevar los salarios en la medida en que se firmaron en su momento, el IPC previsto más 1,5 puntos. Las empresas de la construcción están viendo que no pueden cumplir este compromiso. Habrá que hablar también de movilidad laboral, de incentivar a la gente para que se mueva. Y de las deudas de la Administración. Se habla de 33.000 millones de euros que se deben a los contratistas. Si se agilizasen esos trámites, pondríamos liquidez en el sistema.

-¿No se debería haber apostado, antes que por el plan 8.000 y el Proteja, por resolver primero esas deudas?

-Son dos cosas distintas. Respecto a las deudas, no sé cómo, pero creo que la Junta debería hacer un esfuerzo para insuflar dinero a los Ayuntamientos. Por otro lado, los 300 millones del Plan Proteja son poco dinero. No digo que sea malo, al revés. Se han empeñado en una cosa que nos parece ideal, que es que el dinero vaya a una cuenta especial que garantice que se paga al contratista en treinta días.

-¿No ocurre lo mismo con el plan que ha elaborado Gobierno?

Según su norma se paga el 70% de la obra al principio, pero el resto es lo que el Gobierno ha dejado abierto. Hemos hecho una consulta al Ejecutivo para que se nos diga cuánto se va a pagar.

-¿Qué le parece la idea de convertir la vivienda libre en VPO y cómo se está desarrollando?

Ha tenido poco atractivo. Hemos demandado 2.000 viviendas, pero por la inseguridad o porque no se sabe qué va a pasar, no se ha tomado el tema con el impulso necesario. Aparte, hay muchas dificultades legales para convertirlas, y, aunque la Junta ha querido ser flexible, sigue vigente la actual Ley de Ordenación Urbana y el funcionariado es muy metódico a la hora de autorizar las conversiones.

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