Economía

¿Cómo funcionaría un rescate de la UE a los bancos españoles?

España podría contar con ayuda de la Unión  Europea (UE) si, como se prevé, demuestra que sus bancos necesitan  para ser recapitalizados más fondos de los que Madrid puede ofrecer,  señalaron esta semana funcionarios en Bruselas. 

Y si bien Madrid no escapará a los requerimientos de vigilancia  externa que normalmente están asociados a los rescates, es probable  que las condiciones de la UE sean menos estrictas que las aplicadas a  Grecia, Irlanda o Portugal. El camino para España está explicado en un documento de seis  páginas adoptado el año pasado, tras una cumbre de la UE en julio que  aprobó una mayor flexibilidad de los fondos de la eurozona cuando se  trata de países afectados por crisis bancarias. 

Se refiere al actual fondo de rescate del euro conocido como Fondo  Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), que es menos sólido que  su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad de la eurozona  (MEDE), pero está disponible de inmediato para su uso. 

Las directrices del FEEF señalan que el control sobre la ayuda a  los bancos debe ser "'más liviano' que en el caso de un programa  regular" de rescate. Eso de alguna manera contemplaría las preocupaciones del gobierno  de centroderecha de España, que no quiere ser puesto bajo vigilancia  externa sólo seis meses después de haber asumido el poder, y también  teme que un rescate total pueda poner aún más nerviosos a los  mercados. "Los hombres de negro no van a venir a España", dijo el martes  el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, en referencia a  misiones de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el  Fondo Monetario Internacional (FMI), que normalmente monitorean los  rescates. 

No obstante, si van a solicitar el FEEF, España deberá permitir  que la Comisión Europea, el BCE y los agentes regulatorios de la UE,  como la Agencia de Bancos Europea, lleven a cabo inspecciones en el  lugar en todos los bancos que reciban dinero de rescate. También deberá pedir al FMI que realice "una evaluación adicional  de la calidad de (sus) prácticas nacionales de supervisión". 

Obligar a entidades crediticias afectadas a implementar duros  planes de reestructuración podría ser una condición indispensable  para recibir ayuda del FEEF, según las directrices, sumado a una  supervisión más fuerte y planes para evitar futuras crisis bancarias. 

Antes de recibir ayuda, España también deberá "demostrar que tiene  un registro de política fiscal sólido", lo que significa que el  presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, deberá convencer a  sus socios europeos que su gobierno realmente cumplirá con los  objetivos de déficit de la UE. 

 El mes pasado, la Comisión Europea propuso otorgarle a España un  año extra, hasta 2014, para reducir el déficit del producto interior  bruto (PIB) por debajo del tres por ciento, siempre y cuando presente  un plan presupuestario "sólido" para 2013-2014 para fines de julio. 

 El FEEF también descarta la posibilidad de entregar ayuda directa  a los bancos españoles. "El financiamiento deberá ser canalizado a  través del Estado", señala y añade que el gobierno que reciba los  fondos será el último responsable.  Un pedido de ayuda deberá ser dirigido al jefe del Eurogrupo, el  primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker, y deberá ser  aprobado por todos los otros 16 miembros del grupo de ministros de  Finanzas de la eurozona. Su próxima reunión está prevista para el 21  junio en Luxemburgo. 

Amadeu Altafaj, portavoz del comisario de Asuntos Económicos de la  Unión Europea (UE), Olli Rehn, insistió hoy que no se pueden tomar  decisiones hasta tanto auditores externos decidan cuánto dinero  necesitan los bancos españoles, una evaluación que se espera esté  lista para fines de junio. 

 Se prevé que el FMI también analice el tema el lunes.  "Debemos observar esta secuencia y no anticipar o especular con  pasos que no han sido tomados aún", indicó Altafaj. 

 Tomando la referencia de Montoro sobre los "hombres de negro",  bromeó diciendo que los funcionarios de la UE "no irán vestidos de  negro, sino que irán vestidos de diferentes colores" y no operarán en  las sombras.   "No nos esconderemos, mostraremos nuestros rostros todos los días  a la prensa española e internacional, a los mercados y a los  ciudadanos", añadió.

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