Elecciones

La derrota es huérfana

  • Tras la tempestad no llegará la calma. Los socialistas almerienses dejan la autocrítica para Griñán y enmascaran el mal resultado con otro proceso de reflexión que ya empieza a ser cuestionado

"La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana". La cita de John F. Kennedy cuando juraba su cargo como presidente de los Estados Unidos en enero de 1961 vuelve a tener hoy, cincuenta años después, cobra sentido a la hora de analizar la dura derrota de los socialistas almerienses en las urnas el domingo. Es cierto que la contundencia ha obligado a reconocer el auténtico fracaso, que en otras citas electorales se camuflaba con victoria de todos los partidos, pero la escasa o nula capacidad de autocrítica dentro del PSOE almeriense empieza a generar un profundo malestar en la militancia e incluso entres los propios alcaldes y concejales.

Si bien el líder del socialismo andaluz, José Antonio Griñán, ha admitido errores propios y se ha responsabilizado de la debacle electoral, la dirección del PSOE en la provincia ha justificado la pérdida de prácticamente todo el mapa almeriense, retrocediendo de 470 a 412 concejales y dejando en manos del PP casi todos los grandes municipios, en motivos vinculados a la crisis económica y su impacto en el empleo. Es decir, nada de estrategia electoral, ni de las guerras internas que se han venido sucediendo en los últimos años y mucho menos de la difícil relación que mantienen con la Ejecutiva Regional desde que se marchó Manuel Chaves.

Cada vez son más las voces de los críticos que apuntan hacia el liderazgo de Sevilla y también las que ya centran todo su esfuerzo en pedir la renovación del PSOE en la provincia con la entrada de nuevos dirigentes y otra forma de gestionar el partido. Ayer mismo, Francisco Giménez, decano del Colegio de Economistas, que en su día intentó que se realizaran unas primarias en el PSOE de la capital con Juan Carlos Usero, planteó la necesidad de que los dirigentes socialistas dimitan. "Lo siento, pero vosotros hace tiempo que perdisteis la confianza de los militantes, de los simpatizantes y ahora de los votantes. Dimitid para que podamos iniciar entre todos de nuevo la búsqueda de esas estrategias para volver a ganar elecciones. Todo el discurso que hacéis produce desazón entre los militantes". Y no ha sido el único. Las redes sociales están que arden.

Cada vez más simpatizantes se replantean la necesidad de dar un cambio radical al PSOE y todas las miradas están ya puestas en la reunión de carácter extraordinario que mantendrá el Comité Federal el sábado en Ferraz. Muchos de los descontentos con los pésimos resultados entienden que sí hay candidatos y alcaldes que han logrado convencer a sus ciudadanos, los supervivientes de Vícar, Albox, Benahadux, Serón, Fiñana y Abla, entre otros, que deben contribuir a la regeneración del partido. Sin embargo, no sería posible porque en el PSOE todo es cuestión de bandos y son rivales.

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