El Rocío

Bienvenida a las filiales

  • La recepción por riguroso orden de antigüedad marcó el inicio oficial de la romería de Pentescotés · La presentación de la Hermandad de Huelva ante la Virgen del Rocío fue una de las más llamativas

Todas las hermandades de la provincia de Huelva se presentaron ayer ante la Virgen del Rocío, en una jornada de intenso fervor entre los devotos rocieros, y como reverencia obligada antes de la Misa de Romeros y el Rosario de Antorchas de hoy y del esperado salto de la reja que precede a la procesión de la Blanca Paloma. La primera de las onubenses fue la Palma del Condado y a ella le siguieron las demás de la provincia, siendo la última la de Escacena del Campo.

Los cánones mandan que sea, por estricto orden de antigüedad, la Hermandad de Villamanrique de la Condesa la primera de todas las filiales que inicie la presentación ante la Virgen y la Hermandad Matriz de Almonte. De nuevo primó la puntualidad en el primer acto oficial de la romería de este año cuando ya el sol de mediodía saludaba a los romeros venidos de distintos puntos de Andalucía y España.

El ritual de rendir pleitesía a la Reina de las Marismas se prolongó durante horas y estuvo en todo momento cargado de colorido y proclamas a la Patrona de Almonte. Una a una las filiales fueron postrándose a los pies de la Blanca Paloma ante la presencia de la junta de la Hermandad almonteña, con su presidente, José Joaquín Gil, a la cabeza; el hermano mayor, Isidro Medina; el párroco de Almonte, José García; y autoridades civiles y militares.

Nada más terminada la misa, se procedió al rezo del Ángelus, tras lo cual, el presidente de la Hermandad Matriz dio la bienvenida a las filiales, asociaciones, peregrinos y devotos en general, a los que deseó "paz y bien", y tuvo una mención especial para la hermandad que se ha incorporado este año y que hace la número 108, San Antonio de Portmany, y todas aquéllas que cumplen aniversario para que "continúen su devoción a la Virgen.

También recordó que este año se han inaugurado y bendecido las capillas penitencial y sacramental y que la Blanca Paloma estrena el traje de Pentecostés, al tiempo que deseó al todos los romeros "consuelo, esperanza amor y fraternidad". Los primeros vivas a la Virgen dieron pasó al comienzo del desfile. Con Villamanrique hizo su presentación la Asociación de Vitoria. Fue la primera en llevar el Simpecado hasta la puerta del santuario con su carreta del Simpecado tirada por bueyes. No sería la única.

Tras la filial más antigua, ya con la explanada repleta de feligreses, hizo su aparición Pilas. Para entonces los sones del tamboril se mezclaban con las manifestaciones de júbilo y alegría.

Después vino La Palma del Condado con la Hermandad de Bollullos. Y es que la filial bollullera cumple este año el 75 aniversario de su fundación por lo que hizo su presentación arropada por su madrina, la filial palmerina, ambas acompañadas por numerosos peregrinos. Bellas estampas rociares se vieron en ese instante con las dos carretas de los simpecados a la para en la concha del santuario marismeño.

Como es costumbre en la Hermandad palmerina los bueyes se arrodillaron ante la Patrona de los almonteños. Así con solera y devoción La Palma renovó un año más su promesa de encontrarse con la Virgen en la romería de Pentecostés. La palmerina realizó su presentación acompañada por las asociaciones de Hortaleza, Cartagena y Valenciana de Cultos (Valencia).

Un grupo de caballista abrió la comitiva de la segunda hermandad más antigua de las onubenses, la de Moguer, cuya carretera del Simpecado igualmente iba tirada por bueyes que se arrodillaron cuando llegaron al dintel del santuario, emulando a la palmerina, lo que logró arrancar los aplausos del público. Moguer estuvo acompañada por la Asociación de Barajas.

La jornada iba a ser larga, aún faltaba un centenar de hermandad por desfilar delante de la ermita. El Simpecado de Sanlúcar de Barrameda apareció precedido de un grupo de tamborileros que impregnaron aún si cabe más de sones rocieros la marisma. Bueyes también en la carreta como marca la tradición en las hermandades más antiguas que hacen el camino hasta la aldea.

Después vino el tirón popular que trae consigo la Hermandad de Triana. Un grupo de jinetes abría la comitiva compuesta por cientos de peregrinos que llevaban como en una nube la carretera. Sombreros al aire, varas en las que habían prendido ramas de romero y algunos pañuelos que habían servido para protegerse del sol en el camino llenaron de fervor la explanada. Triana hace su presentación directamente viniendo del camino y eso se notó en el polvo que se había depositado en el techo de la carretera del Simpecado y en los carros tradicionales. Los rezos en forma de canto y el "aquí estamos otra vez..." hicieron brotar más de una lágrima de emoción entre los romeros. Salves por sevillanas también le cantaron los trianeros a la Reina de las Marismas.

Tras el breve paso de Umbrete y Coria, los vivas y las palmas se sucedieron hasta dejar paso a la Hermandad de Huelva, con la que se dice empieza el Rocío. Apenas eran las dos de tarde cuando aparecieron los primeros caballistas de la onubense, el grupo más numeroso de cuantos habían rendido pleitesía a la Patrona almonteña.

La carretera del Simpecado apareció de nuevo con un exorno exquisito y lo hacía acompañada por las asociaciones de Salamanca y Alosno. Palmas al compás de "Huelva, Huelva, Huelva" se fueron sucediendo, en una presentación breve pero intensa, porque después vendrían decenas de carros que iban a prologar su paso por la ermita durante largos minutos.

San Juan del Puerto y Rociana siguieron a la Hermandad de Huelva, después vendrían Trigueros, Hinojos, Bonares, Valverde, Gibraleón, Lucena, Punta Umbría y Palos de la Frontera que fueron las otras filiales onubenses que precedieron a la Hermandad de Emigrantes, ya avanzada la tarde. La presentación se completaría hasta el ocaso y ya entrada la noche. Había comenzado oficialmente la romería del Rocío 2011.

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