Las últimas hermandades filiales del Rocío llegaron ayer a sus lugares de origen, en Huelva, Punta Umbría, Ayamonte e Isla Cristina con lo que se dio por concluido el Plan Romero. El delegado de la Junta en Huelva, Manuel alfonso Jiménez, destacó la normalidad con la que se ha desarrollado la romería de este año.

Pasadas las nueve de la noche del miércoles, la comitiva de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Valverde del Camino iniciaba el trayecto final desde el puente nuevo hasta su casa hermandad por la Avenida de la Constitución. Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil custodiaban el cortejo que se organizó para desfilar ante los muchos valverdeños y valverdeñas que se dieron cita en la todo el trayecto para recibir a sus vecinos.

Delante de la carreta del Simpecado, junto a los miembros de la hermandad, el hermano mayor Antonio Cejudo y el teniente hermano mayor, Alfonso Macías, la alcaldesa de Valverde del Camino, Loles López, caminó con los rocieros en el recorrido por la gran avenida valverdeña en compañía de sus concejales.

En las Hermanas de la Cruz la carreta de plata se para y el carretero, José Manuel Gorgoño, la gira para que las hermanas desde lo alto de la fachada cante una salve que es escuchada con gran devoción por ciento de personas que se agolparon en el lugar. Ahí arrancan los vivas de rigor por parte del hermano mayor que vive sus últimos momentos del camino de la romería de este año. La comitiva siguió hasta la casa hermandad para poner fin la romería que los valverdeños han vivido con intensidad.

Con las últimas luces del día entró en Moguer la hermandad filial rociera tras cumplir con devoción su cita anual con la Blanca Paloma. Como cada año centenares de moguereños se congregaron en el acceso por Hornos para dar la bienvenida a los romeros y recibir entre aplausos y vivas a la Virgen del carretón que porta el Simpecado.