Málaga

Treinta empresas dejan en manos de los universitarios 60 problemas

  • La Universidad de Málaga arranca su programa para que los alumnos acaben sus estudios con un proyecto de fin de grado real

Veintinueve empresas han acudido a la Universidad de Málaga con 58 necesidades para que sean resueltas por los estudiantes en sus proyectos de fin de grado. Esta fórmula de formación dual que combina aprendizaje teórico y práctico, inédita en las universidades españolas, la ha ideado el Vicerrectorado de Proyectos Estratégicos con el propósito de dar una vuelta de tuerca al modelo tradicional de transferencia de tecnología, de modo que haya más proximidad, confianza y sinergia entre la sociedad, el tejido empresarial y el conocimiento.

La iniciativa surgió en noviembre y desde entonces se ha creado el marco jurídico en el que se asienta el programa, se han determinado los compromisos de confidencialidad intelectual e industrial que comprometen a la empresa, la universidad y el alumno, y se ha creado una web ( www.impulsotfguma.es) que ejerce de nexo entre la academia y el empresariado.

El programa persigue mejorar la empleabilidad y la transmisión de conocimiento

Las empresas involucradas en el programa plantean sus necesidades y propuestas en la web. Los estudiantes, previa creación de un perfil individual en la herramienta, puede repasar los proyectos y elegir el que más les interesa. Además, el personal de esta unidad universitaria también se encarga de repasar las ideas y retos expresados por las empresas y derivarlos a los coordinadores de las diferentes titulaciones para que ellos, a su vez, determinen si reúnen las características para convertirlos en un trabajo de fin de carrera y ofrecérselo a sus alumnos.

Las necesidades expresadas por las empresas, mayoritariamente pymes pero también algunas de gran dimensión y perfil internacional, se refieren sobre todo a planes de comunicación, estrategias de marketing, desarrollo de aplicaciones informáticas y software, infraestructuras urbanas y asistencia social para personas con discapacidad.

La herramienta está operativa desde hace poco más de una semana y en sus primeros días de vida ha encontrado candidatos para media docena de proyectos empresariales, al tiempo que 83 estudiantes se han inscrito en la plataforma.

María del Carmen Gómez es la primera alumna de la Universidad de Málaga que realizará su proyecto de fin de grado en una empresa gracias al programa Impulso TFG. A falta apenas de un puñado de créditos para convertirse en ingeniera en Tecnología Industrial, ha comenzado a trabajar en la cooperativa ganadera Covap en un proyecto de mejora continua del que, vinculada por los acuerdos de confidencialidad, prefiere no aportar muchas más pistas. Sí subraya, sin embargo, la oportunidad que representa realizar el trabajo en una empresa, "de manera práctica". En primer lugar porque se ocupa de identificar y definir los datos que necesita para realizar su trabajo, cuando los alumnos, casi sin excepción, realizan los trabajos con los que concluyen los estudios universitarios a partir de la información numérica que les proporciona el profesor que dirige el proyecto. "En lugar de trabajar sobre datos que me dan en un papel, soy yo quien capto la información que necesito en la empresa. Estoy en la planta de producción, analizo el proceso y veo qué necesito para mejorar la optimización. La conexión con la realidad es total".

"Es muy importante que las empresas se involucren con la universidad y nos den facilidades a los alumnos para acercarnos a ellas mientras estudiamos". En su caso, además, pone el acento en el atractivo añadido que tiene realizar el trabajo en Covap, la cooperativa ganadera del valle de Los Pedroches (Córdoba) con actividad en los sectores lácteo, cárnico y de alimentación animal, y una facturación superior a los 400 millones de euros anuales. "Es la principal industria de mi comarca y aprecio su impacto y el empleo que genera".

La estudiante tiene previsto realizar el proyecto durante los próximos cuatro meses. A lo largo de este periodo dispone de un tutor en la empresa que le facilita el trabajo sobre el terreno, aunque matiza que un proyecto práctico de fin de grado "en ningún caso equivale a prácticas". Es otro estatus en el que no hay sometimiento a los horarios o al régimen de trabajo de la compañía, sino que dispone de autonomía para definir el tiempo que necesita para recabar información, el que debe emplear en analizar los datos que recaba y elaborar la memoria. En cualquier caso, el trabajo de fin de grado concluye con su lectura y defensa.

Desde el Vicerrectorado de Proyectos Estratégicos que dirige el catedrático Víctor Muñoz, esta fórmula voluntaria de proyecto de fin de grado permite desarrollar ideas, apoyar el talento y la creatividad de los alumnos, abre una vía en la universidad para formar a medida de la demanda empresarial y, en definitiva, favorecer la empleabilidad de los titulados.

El personal del Vicerrectorado realiza en los últimos días acciones de promoción del programaba tanto en las diferentes facultades y escuelas de la Universidad de Málaga como entre las empresas y entidades. El objetivo final es consolidar una iniciativa que ha sido concebida para que se mantenga viva sin el encorsetamiento del calendario académico. Es decir, los interesados pueden en cualquier momento proponer una idea o un reto . Esa propuesta permanece en la plataforma hasta que un alumno la elige.

la pionera. María del Carmen Gómez, alumna de Tecnología Industrial, es la primera alumna de la Universidad de Málaga que realiza su proyecto de fin de grado acogida a este programa. Su trabajo lo hace en la cooperativa ganadera Covap.

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