haizam amirah fernández Investigador del Real Instituto Elcano

"El Daesh tiene una presencia mínima en el mundo musulmán"

"El Daesh tiene una presencia  mínima en el mundo musulmán"

"El Daesh tiene una presencia mínima en el mundo musulmán"

-¿Por qué surge el Daesh?

-El autoproclamado Estado Islámico o Daesh es una amenaza real para los occidentales y, sobre todo, para los musulmanes, que son la mayoría de sus víctimas. Es, además, un síntoma de fallos estructurales en Oriente Próximo y la suma de muchas decisiones equivocadas que se han tomado a lo largo de demasiado tiempo por elites políticas locales y por potencias extranjeras que han intervenido en Iraq o Siria sin medir las consecuencias y generando una desestabilización que va más allá de las fronteras de Oriente Próximo. El Daesh es también una coartada que, dependiendo de quién y en qué momento, resulta útil su existencia.

-¿Qué peso tiene en el mundo musulmán?

-Plantean la creación de un califato para todos los musulmanes del mundo y hablamos de más de 1.600 millones de personas. Lo hacen recurriendo a la violencia e imponiendo unas interpretaciones ultra estrictas de la religión, con todo tipo de prohibiciones y castigos. Ven la vida en blanco y negro. Tienen pocos seguidores en sus territorios porque se están imponiendo por la vía del terror. Fuera de Iraq y Siria tienen seguidores reducidos con perfiles concretos que buscan un idealismo imposible, que rechazan su entorno, o que lo ven como una aventura. Tienen una presencia mínima entre el mundo musulmán y, sin embargo, han logrado en tres años estar en todos los titulares, marcar una buena parte de la agenda internacional y asociar el islam con el terrorismo.

-Si son tan pocos seguidores, ¿por qué el mundo musulmán ha sido tibio a la hora de condenar atentados?

-Más del 90% de las víctimas de atentados del Daesh y grupos afines son musulmanes. El Daesh comete crímenes contra la humanidad. Es bueno que se denuncien los atentados, pero por parte de todos.

-¿Por qué han centrado sus ataques en Londres, París, Bruselas o Berlín?

-El Daesh rechaza la diversidad y el pluralismo. Buscan romper la convivencia, generar desconfianzas y rechazos en las sociedades abiertas y complejas hacia todo lo musulmán.

-¿Qué sentido tiene asesinar a musulmanes con el objetivo de que se unan a ti?

-El Daesh quiere polarizar. Su sueño sería que los musulmanes en sociedades europeas se vieran sometidos a tal rechazo que al final un número de ellos se pasaran al yihadismo. No está ocurriendo y la gran mayoría de los musulmanes están en contra. Los mayores aliados contra el terrorismo yihadista son los musulmanes que no quieren vivir sometidos a eso. Se ha visto en Reino Unido, donde musulmanes habían denunciando que había focos de radicalización en sus barrios.

-¿Hay un patrón en los ataques?

-No. Si lo hubiera se sabría dónde iba a tocar. Nos enteramos de los atentados que se llevan a cabo, pero no de la cantidad de intentos que son desbaratados por la Policía y los servicios de Inteligencia.

-¿Por qué muchos de esos terroristas son nacidos en Europa y de segunda o tercera generación?

-El debate es si estamos ante una radicalización del islam o una islamización del radicalismo violento.

-¿Delincuentes que se amparan en el islam?

-Muchos son delincuentes con una vida bastante alejada de los mandamientos de la religión. Vinculados a crímenes, tráfico de drogas y presencia en prisión. Los medios deben hacer autocrítica sobre lo que es información de los atentados en nombre del terrorismo yihadista y lo que es exceso de protagonismo, que puede llevar al efecto de imitación porque, de repente, se ven como protagonistas o personas importantes cuando eran unos perdedores.

-Eso dificulta aún más la tarea de eliminarlos.

-No hay un perfil concreto de terrorista y los que tienen desórdenes de personalidad y trastornos psicológicos diagnosticados son parte del reclutamiento.

-La pregunta del millón: ¿cómo se acaba con el Daesh?

-La solución es difícil y a larga duración. Esta situación es un cúmulo de factores que se han ido sumando durante décadas. El primer campo de batalla -aparte del cotidiano de la información, la justicia o la cooperación internacional- es luchar contra las ideas que justifican para algunos utilizar el terrorismo y la lucha contra aquellos que alimentan una ideología extremista.

-¿Qué piensa del veto de varios países de Oriente Próximo a Qatar por financiar, supuestamente, el terrorismo?

-Se ha roto el pacto de silencio. Cabe esperar que se aireen trapos sucios que todos conocen de todos.

-¿Es el Mediterráneo una bomba de relojería?

-En el sur hay sistemas políticos con distintos grados de autoritarismo y eso genera frustración, lo que es un ingrediente imprescindible para la radicalización que puede llevar al uso de la violencia terrorista en casos muy concretos. Hay que romper ese círculo vicioso y no parece que vaya a menos.

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