l El Papa se solidarizó ayer en Ammán, capital de Jordania, con los cristianos que viven en Tierra Santa. Lo hizo un día antes de su llegada a Israel, donde visitará Jerusalén y Nazaret y Belén en Cisjordania. "La fidelidad a vuestras raíces cristianas y la fidelidad a la misión de la Iglesia en Tierra Santa les exige a cada uno de ustedes un coraje singular", dijo Benedicto XVI delante de los fieles, algunos de ellos venidos de Irak o Siria. En la imagen, un hombre y una mujer de una tribu jordana minoritaria de religión cristiana llevan pan y vino, un producto casi borrado de muchos países donde la religión musulmana es la oficial.