joaquín sabina, CANTANTE

"Toda canción es una mentira maravillosa"

"Toda canción es una mentira maravillosa"

"Toda canción es una mentira maravillosa"

-¿Qué tal Lo niego todo?

-Están pasando cosas mejores de las que habíamos soñado. Estábamos muy contentos con el disco, pero ahora, con lo rápidas que son las comunicaciones, desde el primer día la gente se sabía las canciones. Está siendo una gira muy disfrutada y con muchísima complicidad con el público.

-¿Se acerca el final del Dylan español?

-He cumplido 68, pero este año me he llevado la sorpresa de encontrarme en el escenario más cómodo que nunca. No lo sé. Lo haré como Morante, el día que menos lo espere la gente.

-Lo niega ahora todo por culpa de la imagen que le hemos dado los periodistas, dice. ¿Qué imagen tiene usted de nosotros?

-Bueno, yo también he sido periodista. Pero no es una imagen, es una caricatura en la que yo, por bocazas y por no esconderme nunca, he colaborado. Pero la canción no es más que una broma. También digo que lo niego todo, incluso la verdad. Es un modo de demostrar que para burlarse del mundo y de la gente hay que empezar por burlarse de uno mismo.

-¿Más humor sería igual a menos tragedias?

-Sin ninguna duda. El humor es símbolo de inteligencia y relativismo, de no tomarse las cosas demasiado en serio. No me imagino a Donald Trump con humor, por ejemplo. (Risas).

-¿Y a su antónimo en España, Pablo Iglesias?

-A Iglesias sí, tiene humor. Lo que pasa es que cuando llegan a esos puestos de política hay que sacárselo, porque se convierten en lo que odiaban antes, en eso de la casta. Pero tiene humor.

-¿El Joaquín Sabina joven habría votado a Podemos?

-El Joaquín más jovencito no votaba; el más mayorcito tampoco.

-No se moja, lo niega todo.

-Sí. (Risas).

-¿Le ha pasado como al pobre Miguel, que hace tiempo que no sale, o sigue prefiriendo su vida caricaturizada?

-A mí me gusta la calle, la noche y los bares. Lo que ocurre es que la gente, de puro cariño, es muy pesada y no te deja estar tranquilito en un rincón escribiendo. A mí me gusta mirar, que es lo contrario de que te miren, y cuando vas a un sitio y te miran ya no puedes mirar. Pero es que de eso no tiene la culpa nadie; ese es el oficio.

-¿Tiene más de 100 mentiras?

-Todo poema es una mentira; toda canción lo es. Toda novela; toda película. Son mentiras maravillosas que tratan de corregir la tristeza de la vida.

-Un disco más y van... ¿Qué va a dejar para contarle a sus gatos?

-Queda todo por contar. La vida es demasiado rica, demasiado variada, imprevista. A cualquier edad hay cosas que contar. Si no te pasa a ti, le pasa a los demás. O basta con leer los periódicos y ver los disparates que pasan cada día; está todo por contar.

-Eso de Twitter a usted...

-No, no tengo Twitter, ni ordenador, ni teléfono móvil. Me gusta el contacto directo con la gente y creo que el mundo se está convirtiendo en una cosa virtual. Los más tontos de la clase han encontrado una plataforma magnífica para insultar y decir barbaridades. No me interesa; vivo muy feliz y muy tranquilo sin utilizar esos instrumentos.

-¿Le ha salido caro lo de ser valiente?

-Sí, pero como no tengo redes sociales no me entero (risas).

-Me refería en las entrevistas...

-Porque soy bocazas, qué le vamos a hacer.

-¿Porque dice su verdad?

-Y porque no soy políticamente correcto.

-Volvamos al disco. ¿Buenas noches, primavera?

-Sí, pero tiene que ver con esta zona. Cuando vengo a Rota, que lo hago todos los veranos (para mí Rota es la Bahía), siempre digo "buenas noches, primavera". Porque para mí esto es la primavera y, aunque no está implícito en la canción, sí quiere decir eso: la juventud, la primavera, los jazmines, lo que hay aquí.

-¿Añora algo del pasado?

-No estoy dotado para la nostalgia. Lo que sí tengo es memoria. A mí me gusta vivir el minuto de cada día. No soy ahorrativo ni tengo planes casi nunca a largo plazo.

-Ni tan arrepentido ni encantado entonces, ¿no?

- No, porque entre otras cosas no sirve de nada arrepentirse. Es una pérdida de tiempo.

-Este ciego no mira para atrás, pero tampoco para delante...

-Exacto, vivo el día a día. Bueno, ni siquiera eso: minuto a minuto.

-¿Se ha vuelto Joaquín Sabina conservador?

-Me he vuelto más viejo. Conservador no, porque estoy todavía cabreado y con más rabia de las cosas que están pasando en el mundo. Pero más viejo sí, claro.

-¿Como las que pasan en Venezuela, por ejemplo? ¿Por qué cree que hablamos de ese país si estamos en España?

-De Venezuela es complicado hablar, porque me parece que se ha convertido en un infierno y la gente de izquierdas (Izquierda Unida y Podemos) no tiene cojones de decirlo. Me parece que lo están haciendo muy mal, que hay que denunciarlo a gritos.

-¿Joaquín Sabina es de izquierdas o de derechas?

-Soy más de izquierdas. Pero como también soy medio anarquista y como también pienso por mí mismo y no por el esquema de ningún partido, pues a veces pienso cosas que no son tan de izquierdas y yo que sé…

-Otra vez saca el capote...

-Claro, una media verónica para adornarse un poco…

-Para acabar. ¿Seguiría eligiendo la vida del pirata?

-Sí, porque en realidad no conozco otra. Es la vida, lo más libre que a uno le dejan ser, sin jefe, sin amo, sin rendición, casi sin patria. Porque mi patria es mi idioma y es muy grande porque llega a toda Latinoamérica.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios