Marta gonzález Delegada en Andalucía de la Fundación Alia2

"Es más fácil coger a un menor en internet que en un parque"

"Es más fácil coger a un menor en internet que en un parque"

"Es más fácil coger a un menor en internet que en un parque" / javier albiñana

-¿desconocen los mayores qué hacen sus hijos con el móvil o el ordenador?

-La mayoría de los niños tienen más acceso a la información de la que tenían sus padres y eso está abriendo una brecha tecnológica entre generaciones.

-Ponga un ejemplo.

-Me he encontrado a menores que les hacen a sus padres las transferencias bancarias o le piden la cita para la Seguridad Social por internet.

-Y los padres que sí saben de qué va la tecnología, ¿a qué edad deben dejar usar el móvil a sus hijos?

-Los niños empiezan a utilizar el móvil desde que están en el carro viendo Peppa Pig. Desde los 3 a los 6 años quieren ver juegos y películas, entran en Google a buscar información y en las redes sociales. El papel de la familia es hacer ver que hay cosas buenas y cosas feas, y qué es lo que se puede ver. Es importante el control parental.

-¿Y cuando son un poco mayores?

-A partir de los 6 años trabajan mucho la identidad digital porque empiezan a dar contraseñas, a jugar con videojuegos con desconocidos de forma virtual, a mandar correos electrónicos. Empiezan a pedir un móvil propio para escribir whatsapps porque se empiezan a crear grupos en clase...

-¿Con sólo seis años ya tienen los padres que empezar a estar alerta?

-Sí, porque lo habitual es que los niños ya tengan su propio móvil con 8 años, cuando la edad legal para estar en una red social son 14 años. Los niños no quieren llamar por teléfono, sino datos para enviar whatsapps y bajarse aplicaciones.

-Resulta espeluznante la cantidad de detenidos que hay por pornografía infantil y los que aún deben estar libres. ¿Tanto mueve esta lacra?

-Existe un público consumidor de pornografía infantil y hay países en los que no está regulado. Internet no tiene barreras legislativas. Es algo que los que tenemos hijos y la mayoría no podemos concebir, pero hay gente que se excita sexualmente con eso. Es muy difícil pillar esas redes. La Policía hace rastreos de IP, de líneas y lenguajes.

-¿Cómo captan a los niños que aparecen en esos vídeos o fotografías?

-Muchas veces son los propios menores los que comparten contenidos. Está la sextorsión, que es que alguien tenga una foto sexy de algún menor y chantajearlo con publicarlo en una red social o decírselo a sus padres si no le dan más imágenes. Ese contenido se viraliza y hay gente que paga. Hay casos de niñas de 9 años a las que les preguntan si quieren ser modelos para anuncios. Pero para ello deben mandar fotografías en ropa interior y actitud sexy para ver sus medidas. A partir de ahí, el cazador la chantajea con que esas fotos las va a ver todo el colegio o el instituto.

-Da miedo.

-La Policía nos cuenta que los chicos buscan relaciones y tener pareja con desconocidos por internet y hay mucha gente que se dedica a cazarlos, a encandilar a una chica proponiéndole ser su novio digital.

-¿Novio digital?

-Sí, ligar por internet ya es algo normal para los menores. Hay chicas con 12 o 14 años que se empiezan a enamorar, que están en los chats. Hablan con personas que creen que son de su edad y muchos son adultos. Es más fácil coger a un menor en internet que en un parque y no somos conscientes de eso.

-Y además también hay cada vez más casos de ciberacoso escolar.

-El acoso escolar siempre ha existido, poniendo motes y eso. Pero ahora, con las redes, es un acoso 24 horas siete días a la semana y no hay persona que pueda aguantarlo. Además no es sólo una persona la que te insulta, sino que hay una red entera contra uno. Y pueden coger una fotografía tuya y ponerte una cara de cerdo, o ponerte la zancadilla y grabarte un vídeo cayéndote por la escalera que ve todo el mundo.

-Mismos acosadores, pero con más impacto.

-El que acosa entra en una espiral de violencia, quiere hacer cada vez más daño para tener más audiencia. Hoy en día se mide el liderazgo de alguien en función de los me gusta, de los retuits, y las visualizaciones. Vemos, además, que las madres se están convirtiendo en las nuevas acosadoras escolares.

-¿Las madres?

-Sí. Antes las madres le decían a sus hijos que no les gustaba que se juntaran con algún niño porque era malote, pegaba bocados o lo que fuera en su casa. Pero ahora lo hacen en los grupos de Whatsapp. Nos hemos encontrado a madres que han creado grupos para que nadie se junte con un chaval porque, por ejemplo, tiene alguna discapacidad, o es algo violento, o porque hay rumores de cualquier cosa. Las madres se alinean para que sus hijos no jueguen en el recreo con ese niño. Los adultos tendemos a sobreproteger a los niños y muchas veces se nos va de las manos.

-¿Hay algo positivo?

-Sí. Hay menores que no son víctimas ni acosadores y que están tomando partido, avisando a los maestros de que varios están machacando a un chaval.

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