Lorenzo Abadía. Empresario y analista político

"El 15-M fue un movimiento transversal hasta que llegaron los 'perroflautas"

"El 15-M fue un movimiento transversal hasta que llegaron los 'perroflautas"

"El 15-M fue un movimiento transversal hasta que llegaron los 'perroflautas"

-Dicen que el político español no es deshonesto, sino mediocre. ¿Es por el férreo control de las cúpulas de los partidos?

-La deshonestidad está bastante ligada a la mediocridad. Los brillantes no necesitan incurrir en los vicios humanos para destacar, sino más bien el mediocre.

-¿Hay que salir del armario para aceptarse como un señor de derechas?

-No soy de derechas, sino liberal. Quien sienta ese complejo, peor para él. Si quiere decir que existe un mantra prejuicioso con cualquier cosa que no esté afectada, inundada o infectada por la socialdemocracia, estoy de acuerdo. El PP no es hoy de derechas, mucho menos liberal, es socialdemócrata con tics democristianos.

-Muchos dicen que Montoro es socialdemócrata...

-Montoro no es socialdemócrata, sino socialista.

-Usted estuvo en el PP, en la Fundación Civil de Mario Conde, en Vox...

-Y en Ciudadanos. En todos me centré en la reforma de la ley electoral y del sistema político, no porque estuviera completamente de acuerdo, sobre todo con Vox, con los postulados ideólogicos. Soy liberal, pero lo que me unía a ellos era la reforma política. Cuando estuve en Vox fue por invitación de Vidal-Quadras; cuando se fue, yo también.

-A lo que iba es si tiene amigos de izquierdas.

-Claro, hasta en el infierno.

-Como defensor de una regeneración profunda del sistema, ¿coincide con Joaquín Costa en aquello de las necesarias llaves al sepulcro del Cid o con la escuela y la despensa?

-Con el regeneracionismo de mi paisano Joaquín Costa coincido más en el diagnóstico que en la solución. El regeneracionismo parte de un cierto elitismo. Su problema es que no pisó la calle. Ahora no hay que pensar en el 98, sino cambiar dos cosas muy importantes: la ley electoral y la separación de poderes.

-¿Consiguió el 15-M que alguien lo representara?

-Un grupo lo capitalizó, pero no lo representa. Esa tarde en la calle Alcalá, donde estuve, había un índice de clase media enorme y banderas de España. Poco a poco aparecieron los grupos de izquierdas para hacerse con el control, llegaron los perroflautas y las ratas a acampar en las plazas; los promotores del 15-M desaparecieron de la escena. Al principio no fue un movimiento populista ni de extrema izquierda, sino de repulsa y de enfado transversal.

-¿Qué porcentaje de población cree que vota con la nariz tapada?

-Ahora mismo el 101%.

-Ha criticado con fiereza a Rajoy por Cataluña, ¿es el presidente más pusilánime de la democracia?

-Sí. Pero no es quien más ha contribuido a esta situación. Zapatero fue menos cobarde, desgraciadamente, y su arrojo inconsciente aligeró los acontecimientos; con su incultura e inconsciencia, precipitó todo. A Rajoy no lo cambio por Zapatero.

-¿Volverán los nacionalistas vascos a las andadas?

-Creo que sí. Y dependerá mucho la reacción de lo que ocurra en Cataluña.

-¿Están en juego más cosas que la cuestión catalana?

-La supervivencia de la nación española, de la conciencia nacional y de la integridad territorial. No hay más que analizar la historia para saber que con pequeñas chispas, en función de lo inflamado de la atmósfera, se han producido conflagraciones. El clima hoy es propicio y cualquier cosa puede detonarlo. La situación de España, pese a lo tranquilos que vivimos, es peligrosísima.

-Propugna en el movimiento Diputado de distrito un sistema similar al francés. Ciudadanos defendía la versión mixta alemana. ¿Qué ventajas tiene la suya?

-En el mixto, la mitad de los diputados dependen de las cúpulas de los partidos y la otra mitad son libres; en el francés sólo representan a la ciudadanía. El mixto es un quiero y no puedo.

-Pero Francia sufre crisis de representatividad...

-La grandeza del sistema francés es que los elegidos representan a sus votantes y pueden sortear a las cúpulas gracias a que la circunscripción es muy pequeña y sólo se presentan ante 100.000 ciudadanos, que son quienes les exigen que rindan cuentas. La política, como dijo Maquiavelo, es la lucha por el poder y mantenerse en él.

-Con distritos unipersonales no habría imposiciones, pero ¿estaríamos a merced de candidatos estrafalarios que basasen su elección en una fama adquirida por cualquier motivo?

-¿Le parece poco estrafalario Pablo Iglesias? ¿Y Pedro Sánchez? Lo han echado literalmente de Ferraz, cualquiera con amor propio no habría vuelto, y está otra vez de secretario general.

-¿Lo ve muy de izquierdas o muy de Pedro Sánchez?

-Es el más fiel paradigma de lo que decía de Maquiavelo: lo único que le importa es conseguir el poder y en el camino se dejará la piel, el prestigio, la poca inteligencia que tiene, los amigos... Lo que haga falta por el poder.

-¿Hará saltar por los aires la sintonía de los dos grandes partidos contra el independentismo?

-Siempre hay contrapesos. Quizás veamos una moción de censura cerca del referéndum catalán y se vestirá como de salvación nacional.

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