Atentados en Cataluña

Houli declaró que la célula esperaba a que la munición se secase para atentar contra la Sagrada Familia

  • Los Mossos hallan un cinturón de explosivos auténtico entre los restos del chalet de Alcanar

  • Las tareas de desescombro en la zona se están haciendo de forma muy meticulosa, de manera que los trabajos podrían durar semanas.

La célula yihadista a la que se atribuyen los atentados de Cataluña estaba esperando a que se secaran los explosivos que tenían preparados para atentar contra monumentos e iglesias, entre ellas la Sagrada Familia, según declaró a los Mossos Mohammed Houli Chemlal, el herido en la explosión de Alcanar.

Según fuentes jurídicas, en la segunda declaración que prestó este detenido ante los Mossos d'Esquadra, que ayer ratificó ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu antes de ingresar en prisión, afirmó que los miembros de la célula le dijeron que los explosivos aún no estaban listos porque se tenían que secar.

Una vez secos, los iban a trasladar a furgonetas para hacerlos luego explotar en varias iglesias y hablaron de la Sagrada Familia como uno más de esos templos, ya que era el monumento más conocido de la capital catalana.

El detenido afirmó a los agentes en su declaración, que ayer le fue leída ante el juez y él ratificó en su integridad, que los yihadistas le dijeron que según el Islam destruir monumentos estaba bien y le convencieron de que, como era el más ignorante de todos en materia religiosa, no sabía que atentar era algo bueno.

Este testimonio y otros indicios sirvieron a los Mossos para barajar la tesis de que la célula iba a cometer atentados de mayor envergadura de forma inminente.

Según describen los expertos, el explosivo que fabricaban en Alcanar, triperóxido de triacetona (TATP), se puede dejar secar durante unas horas para convertirlo en polvo y hacerlo más potente, pero también más inestable. Una vez seco, se debe utilizar dentro de las siguientes semanas, ya que va perdiendo fuerza explosiva.

El TATP, conocido como la madre de Satán y muy usado por el Dáesh, se puede fabricar con materiales relativamente accesibles, como ácido sulfúrico, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y acetona.

En el caso de los yihadistas de Ripoll, compraron entre los días 1 y 2 de este mes 500 litros de acetona, lo que hace sospechar que manipulaban este explosivo y, según apuntan los expertos en la lucha antiterrorista, el calor pudo ser el factor clave para que les estallara el pasado miércoles en el chalé de Alcanar (Tarragona) donde lo manipulaban.

Y es que este explosivo, que es casi tan poderoso como la dinamita, es extremadamente sensible a impactos, fricción y cambios de temperatura, especialmente si es almacenado como producto seco.

El mismo miércoles a las ocho y media de la tarde, tres horas antes de la explosión de la casa, adquirieron 15 fundas de almohada y bridas para, según los investigadores, meter las bombas.

El TATP fue utilizado por primera vez por los terroristas de Hamás en 1997. Ampliamente utilizado por grupos islamistas, aunque Al Qaida no lograse dominar inicialmente su técnica, fue usado en los atentados de Casablanca de 2003 y en el 7-J de Londres.

Los terroristas del Dáesh lo han usado en varias ocasiones, como en los atentados de París y Bruselas, hasta el punto de que dominan la técnica para fabricarlo y difunden en internet estas instrucciones.

Puede presentar dos aspectos: seco y polvoriento, lo que lo hace extremadamente inestable. O gelificado con agua o acetona, que lo hace más estable.

Un cinturón de explosivos real

Los Mossos d'Esquadra han encontrado un cinturón de explosivos en las tareas de desescombro que se están llevando a cabo en el chalet de Alcanar Platja donde la célula yihadista que perpetró los atentados de Barcelona y Cambrils tenía su base.

La policía catalana ha constatado que el cinturón es auténtico, tras analizarlo para comprobar si se trataba de un arma falsa, como las empleadas por los terroristas abatidos en Cambrils o por el autor material del atropello en Barcelona, Younes Abouyaaqoub.

Las tareas de desescombro en la zona se están haciendo de forma muy meticulosa, de manera que los trabajos podrían durar semanas.

Además del cinturón de explosivos, entre los escombros, tal como figura en el auto del magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, se encontró un libro verde con el nombre del imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, en el que se halló una nota manuscrita en árabe dirigida a los soldados de Estado Islámico, así como su cartera y varios billetes de Vueling con destino a Bruselas con su nombre.

Entre el material explosivo encontrado figuran 120 bombonas de butano, 500 litros de acetona y productos como agua oxigenada y bicarbonato, para fabricar material explosivo, así como una gran cantidad de clavos para ser utilizados como metralla.

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