España

Maragall defiende una "supranacionalidad" europea

  • El ex presidente de la Generalitat y ex alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, consideró que hablar de país "empieza a ser poco interesante", por lo que abogó por "plantear una supranacionalidad, que no es la española sino la europea".

Maragall consideró que la articulación de su propuesta de "iniciativa política europea" logrará "ser fieles a los sueños de juventud" que planteó su generación durante el tardofranquismo y la transición.

Admitió que la construcción de esta supranacionalidad europea "no será fácil" pero consideró que, a diferencia de los Estados Unidos, la pluralidad que hay en Europa dará al viejo continente "más capacidad de entender" el mundo en relación a los estadounidenses. En este sentido, expresó que es "optimista respecto al futuro".

Maragall hizo estas declaraciones durante su intervención en un homenaje que ofreció la Universitat de Barcelona (UB) al catedrático de economía militante del PSUC e ICV Lluís Argemí d'Abadal (1945-2007) quien, junto al ex ministro de Sanidad y economista Ernest Lluch (PSC), era uno de los principales especialistas catalanes en historia del pensamiento económico.

Argemí d'Abadal se doctoró en ingeniería agrónoma. Luego se especializó en economía, y a mediados de los años setenta ingresó en el PSUC, aún en la clandestinidad, y más adelante impulsó la reconversión de esta formación a la actual ICV.

Maragall recordó el compromiso de Argemí d'Abadal con el PSUC e Iniciativa y recordó que, con su militancia, demostró una "gran calidad moral". Aseguró que la figura de Argemí d'Abadal ilustra que la izquierda catalana, en el tardofranquismo, logró "conciliar sus herencias contrapuestas, el comunismo y el espíritu libertario" del anarquismo, y que "Santiago Carillo fue quien llevó la democracia a España sin cobrar".

Por su parte, el Síndic de Greuges y ex dirigente del PSUC e ICV, Rafael Ribó, elogió de Argemí d'Abadal su compromiso con el país, y que fue uno de los impulsores de la creación de Iniciativa, "un experimento a oscuras tres años antes de la caída del muro de Berlín para superar lo anacrónico de la ortodoxia comunista".

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