Cataluña

Esquerra ensaya la vía de la legalidad

  • Los comunes y un constitucionalista suplen la ausencia de Puigdemont y los otros cuatro de Bruselas para elegir al presidente del 'Parlament'

Roger Torrent (ERC) elegido presidente del Parlament

Moderación. Casual o táctica; fugaz o permanente. Eso se verá en los próximos 10 días. El nuevo presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, un pata negra del republicanismo, se estrenó ayer en el cargo con un discurso reivindicativo, pero templado, en el que no reivindicó la república a medio hacer que dejaron Puigdemont y Junqueras. Basta una reacción, la de la CUP, cuyo portavoz, Carles Riera, lo tildó de "autonomista". Su intervención contrasta con la de Ernest Maragall, ex dirigente del PSC y hermano del ex alcalde de Barcelona, que acusó al Estado de humillar. Torrent fue elegido sin necesidad de violentar las leyes, lo que abre el interrogante de si a la sesión de investidura de Puigdemont, que se da tan por segura como impugnable, no le sucederá otra con un candidato sin causas pendientes.

La Mesa del 'Parlament' La Mesa del 'Parlament'

La Mesa del 'Parlament' / Dpto. Infografía

ERC evitó poner en un aprieto a la Mesa de Edad del Parlamento. Los cinco diputados fugados en Bruselas no tuvieron que delegar su voto por simple aritmética, ya que la abstención de los comunes no hizo necesaria su participación, con lo que se evitó que las decisiones del Parlamento fuesen impugnadas desde el primer día. Los letrados de esta institución habían advertido que Carles Puigdemont y los otros cuatro no pueden votar si no estaban presentes, y el Gobierno había anunciado que lo impugnaría ante el Constitucional de modo inmediato. Por eso, los independentistas han preferido esperar hasta el día de la primera sesión de investidura, cuando Carles Puigdemont presente su candidatura. Entonces sí deberán delegar el voto o estar presentes, aunque eso provocaría la reacción del juez del Supremo, que tendría que ordenar su detención. En la primera sesión de investidura es necesario que el candidato alcance la mayoría absoluta. Puigdemont la puede conseguir si le votan, además de los suyos, los de la CUP, pero será una investidura fallida por ilegal. En la segunda votación, para la que se necesitan más síes que noes, saldrá elegido, pero no valdrá. A partir de ese momento, se abre un plazo de dos meses para volverlo a intentar, con él u otro candidato. Lo que ahora está en cuestión es si se cambia a Puigdemont por un presidente sin causa.

Si fuese así, la Generalitat tendrá un presidente que podría desactivar el artículo 155 sin dejar de ser independentista. A Puigdemont se le podría ofrecer ser eurodiputado, ya que las elecciones europeas son a primeros de mayo de 2019.

El presidente del Parlamento fue elegido con los 65 votos de los partidos separatistas, incluido el de los tres encarcelados, ya que el juez del Supremo había abierto la posibilidad de que delegasen su voto. Así fue. Torrent obtuvo 65 votos a favor, 56 en contra y nueve abstenciones, que se corresponden con los parlamentarios de En Común Podemos más el de un constitucionalista anónimo. Si esas abstenciones hubiesen ido a parar al candidato de Ciudadanos, el Parlamento estaría presidido por un constitucionalista, ya que en caso de empate, 65 frente a 65, la norma premia a la formación más votada.

El discurso del nuevo presidente ha sido mucho más moderado del que en su día hizo Carme Forcadell en esta sesión. Ha apelado al diálogo y a la necesidad de restablecer las instituciones catalanas, ahora intervenidas en virtud del artículo 155. Más duro fue Ernest Maragall, que como parlamentario de mayor edad abrió la sesión. Quien fuese un destacado dirigente del PSC acusó al Estado de "humillar" a Cataluña. Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, le afeó que aprovechase la situación para dar un "discurso de ERC". Ciudadanos recurrirá el voto delegado del los encarcelados, pero no el Gobierno central, para quien el juez Llarenas les ha abierto una ventana no deseada por Moncloa, aunque respetada.

La Mesa queda compuesta por cuatro independentistas y tres constitucionalistas. No tienen representación ni PP ni la CUP ni los comunes. Al presidente de la Cámara corresponde ahora hablar con los grupos parlamentarios y proponer un candidato para dirigir la Generalitat. Una vez que ocurra esto, se convoca la primera sesión de investidura en un plazo no superior a 10 días. Con ello, el Pleno será el 30 o el 31 de enero. ERC y Juntos por Cataluña han alcanzado un acuerdo para proponer a Carles Puigdemont, a pesar de que no es elegible mientras permanezca fugado.

En medios separatistas también se especula con una vuelta de Puigdemont para ese día. En ese caso, se activaría la orden de detención, aunque el ex presidente trataría de driblar al Ministerio del Interior con una entrada clandestina en España. Esto es un giro sobre el absurdo, pero la política catalana no está exenta de este tipo de piruetas excéntricas que se han venido a tildar de "astucias".

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